La Violeta común (Viola odorata L.) es una planta que se ha usado tradicionalmente como remedio natural debido a sus propiedades medicinales. Es una flor nativa de Europa y de Asia e introducida en toda América. Se encuentran silvestres en bordes de bosques y en zonas sombrías de campos y jardines, ya que necesita humedad para poder vivir.
Se trata de una planta perenne que alcanza los 10-15 cm de altura, sin tallo, con hojas que salen del mismo centro en roseta, con forma acorazonada. Las flores son de unos 2 cm de largo, llamativas, de color violeta oscuro y muy olorosas. Aparecen anticipando la primavera y finalizan un mes antes del verano.
Propiedades
Entre sus propiedades se encuentra el mucílago, aceite esencial compuesto por aldehídos y alcoholes, flavonoides, saponinas, alcaloides y ácido salicílico.
El alto contenido en mucílagos, le da propiedades balsámicas, antitusivas y antiinflamatorias, las saponinas hacen que sea expectorante y el ácido salicílico aporta propiedades analgésicas.
Posee acción expectorante, por lo que ayuda a eliminar mucosidades y limpiar las vías respiratorias.
Alivia la tos
Mejora los síntomas de los catarros, resfriados y gripes
Está indicada para personas con asma
Por su acción suavizante mejora la gastritis
Ayuda a bajar la fiebre
Usos medicinales
Se utilizan tanto las raíces como las hojas y las flores. Las flores se suelen recoger a principios de primavera y la raíz a principios de otoño; hay que secar a la sombra y guardar en lugar seco y sombrío dentro de saquitos de tela o frascos de cristal.
Las hojas se pueden consumir, y mejor si son frescas porque las viejas son amargas. Se pueden añadir en ensaladas, sopas y otras recetas.
Para preparar una infusión de violetas, se utilizan flores secas, a las que se le añade 1/2 cucharada por taza de agua hirviendo, apagar el fuego y dejar reposar 10 minutos. Filtrar antes de tomar. Se recomienda tomar hasta 2 tazas al día. La infusión se utiliza para ataques de tos o para ayudar a bajar la fiebre. Se le puede añadir un chorrito de jugo de limón para tratar los resfriados o catarros.
Esta misma infusión se puede utilizar para hacer gargarismos en casos de malestar e irritación de la garganta (faringitis, anginas).
La raíz se puede aplicar sobre las articulaciones: hervir 2 cucharadas de raíz seca desmenuzada durante unos 15 minutos en un litro de agua; la compresa se mojará en el líquido resultante de la decocción y se aplica sobre la zona. También se puede añadir en el agua del baño.
Las hojas frescas machacadas hervidas en agua y aplicadas calientes sobre la parte afectada; tienen propiedades antiinflamatorias, reducen hinchazones y calman irritaciones.
La sencilla violeta guarda innumerables beneficios, opción nada desdeñable si de salud se trata
Yanet Blanco
Muy interesante. Continúa publicando estos temas tan bellos, alimentan el alma y hacen crecer el conocimiento humano.