Publicado en 1949, El Segundo Sexo fue una verdadera revolución, pues se convirtió rápidamente en el libro que representaba el Neo Feminismo y suscitó una ardiente polémica. Escrito de forma brillante por Simone de Beauvoir, es un análisis no sólo de la situación de la mujer, sino de la concepción de lo femenino y de su supuesta pasividad.
Definida como la alteridad, la mujer es lo Otro, a través de lo cual el hombre se realiza. El Hombre es lo absoluto, lo esencial, quien construye las reglas y definiciones del mundo. Simone de Beauvoir hace suya la dialéctica amo- esclavo, de Hegel.
En el recorrido histórico que realiza la autora, expone las múltiples teorías desde las concepciones religiosas, la formulación de la mujer como hombre incompleto que defendía Aristóteles, hasta las postulaciones del psicoanálisis.
Lo cierto es que el hombre se realiza a través de la acción y esto lo posiciona mejor en el mundo. La mujer, incluso las más privilegiadas, se ven encerradas en un estado relativo, dependiente de la consideración masculina.
La mujer se realiza no a través de lo que hace, sino de en qué grado encarna el sueño de los hombres. Por ello la mujer dedica su inteligencia y energía a ser lo Perfecto Femenino.
El libro está lleno de ideas geniales y divertidas, como cuando Simone afirma que el difícil arte de conseguir y mantener un marido con el tiempo se vuelve una ciencia muy triste. También cuando explica el por qué tantas amas de casa frustradas inflan su importancia y se convierten en dictadoras o en arpías.
Confinada en su propio misticismo, más atractiva en cuanto más indefinida, la mujer está condenada a la intrascendencia y a la objetivación.
Según la autor, lo femenino es una construcción porque no se nace mujer, se llega a serlo.
Acerca de la Autora
Simone de Beauvoir (París, 1908-1986) Pensadora y novelista francesa, representante del movimiento existencialista ateo y figura importante en la reivindicación de los derechos de la mujer. Estudió en la Sorbona y en 1929 conoció a Jean-Paul Sartre, que se convirtió en su compañero durante el resto de su vida.
Sus abundantes títulos testimoniales y autobiográficos incluyen Memorias de una joven formal (1958), La plenitud de la vida (1960), La fuerza de las cosas (1963), Una muerte muy dulce (1964), La vejez (1968), Final de cuentas (1972) y La ceremonia del adiós (1981)