Tesoros Arquitectónicos: Kioto, capital cultural del Japón

Kioto, fue durante más de un milenio la capital de Japón. A lo largo del tiempo la ciudad ha ido cambiando, siempre como punto de referencia para su identidad el período de grandeza simbólica en que fue el hogar del emperador. 

Son varios los edificios centenarios que se conservan y que hacen de la ciudad, una visita imprescindible para todo aquel que quiera profundizar en el Japón más tradicional.

Orígenes

La historia de Kioto se remonta al siglo VII, cuando el clan Hata se asentó en éstas tierras situadas practicamente en el centro de la isla Honshu. No fue hasta un siglo más tarde, cuando estos primeros asentamientos comenzaron a ganar importancia, gracias a que el emperador Kanmu decidió trasladar la capital desde Heijo-Kyo (actual Nara). Históricamente se ha sostenido que las razones para realizar este traslado obedecían a la intención de librarse de la creciente influencia de los monasterios budistas sobre la corte imperial asentada en Nara.

A esta nueva capital se le dio el nombre de Heian-Kyo, que significa literalmente Ciudad Capital, éste hecho dio comienzo a la época conocida como período Heian. Afinales del siglo XI se la renombró como Kioto, nombre por el que se la conoce desde entonces.

La ciudad se planificó como un rectángulo de 23 kilómetros cuadrados. El palacio original se ubicó en un lugar privilegiado (el mismo en el que hoy se levanta el Castillo de Nijo), mientras que en los límites del rectángulo se permitió la construcción de solo dos templos. Con la instauración de los shogunatos en el siglo XII, Kioto siguió siendo la capital del país, pero allí sólo se mantendría la corte imperial, las decisiones políticas y militares, ahora en manos de los shogunes, se tomarían en el lugar de residencia de éstos. Estas ciudades eran en la práctica las que funcionarían como capitales del país.

Según la relación de fuerzas de estos shogunatos, Kioto vivió momentos de esplendor y decadencia a lo largo de su historia.

Principales Edificaciones

Entre las numerosas edificaciones que adornan la bella ciudad destacan tres: el Castillo Nijo, el Templo Kinkakuji y Sanjusangen-do: el templo de las mil y una estatuas. 

El Castillo Nijo

El Castillo Nijo o Ni-jo en japonés (literalmente: castillo de la calle dos), es una de las construcciones más sobresalientes de Kioto y un perfecto ejemplo de la arquitectura de los castillos-palacio del Japón del período Edo.

Castillo Ni-jo. Foto tomada de Internet

Erigido en 1603, como residencia del shogun Tokugawa Ieyasu, fue utilizado por la familia Tokugawa hasta la abolición del shogunato en 1868. En ese año fue utilizado brevemente como palacio imperial, hasta que fue donado a la ciudad.

La entrada principal al castillo se encuentra al este, desde donde se accede a la puerta Karamon, que conduce hasta la entrada del palacio Ninomaru, donde se encontraba la residencia y las oficinas del shogun durante sus visitas a Kioto.

Entre las principales atracciones del  palacio, destacan, las salas de tatami (las tradicionales esterillas japonesas), los techos y puertas de corredera bellamente decoradas y los suelos de ruiseñor, llamados así porque chirrían cuando alguien pasa por encima; y que en su momento sirvieron como medida de seguridad ante visitantes no desados.

Jardines del Castillo Ni-jo. Foto tomada de Internet

El Templo Kinkakuji

Considerado como uno de los Monumentos Históricos más importantes de Kioto, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. El Kinkakuji o Pabellón de oro, es uno de los templos más famosos de la ciudad, y visita obligada para el extranjero que llega por primera vez a la ciudad.

El templo Kinkakuji o Pabellón de oro. Foto tomada de Internet

Situado al norte de la ciudad, el nombre oficial del templo es Rokouon-ji y fue construido en 1397 como residencia privada del shogun Ashikaga Yoshimitsu. Después de la muerte del shogun, pasó a convertirse en un templo zen en 1408. Desde entonces funciona como shariden, recinto donde se guardan las reliquias de Buda.

Es una construcción clásica de madera de tres plantas. La primera planta destaca por los pilares de madera y  paredes blancas, las ventanas suelen estar abiertas. Siguiendo el estilo de las residencias de los samuráis, está construida la segunda planta: un espacio cerrado de estilo feudal. La tercera planta es de estilo zen chino. Ambas están decoradas externamente con pan de oro. Debido al dorado (kinkau) de su construcción, empezó a ser conocido como Kunkakuji o Pabellón Dorado. En la cima se halla una estatua dorada del fénix chino. Debido al alto valor artístico y por garantizar su conservación, el acceso al pabellón está cerrado al público. Sólo se permite ver desde el exterior.

Sanjusangen-do: El templo de mil y una estatuas

Al este de la estación de Kioto se encuentra el templo Rengeo-in, conocido popularmente como Sanjusangen-do y por contar con mil y una estatuas de Kannon, deidad de la piedad budista, todas ellas diferentes.

El término Sanjusangen-do, significa literamente: salón de los treinta y tres espacios entre columnas, y hace referencia al número de huecos entre las columnas del salón principal (gen era una medida usada en el pasado). Además, el número 33 tiene una importante simbología, porque hace referencia al número de encarnaciones en las que puede aparecerse Kannon.

Templo de Sanjusangen-do. Foto tomada de Internet

Erigido en 1164, es la estructura de madera más larga de todo el país, con 120 metros de largo. En el centro del salón principal se encuentra una enorme estatua de madera de Kannon, la de los mil brazos (Juichimen Senju Kannon). La estatua, de 3, 3 metros de alto, representa a la deidad sentada, con ojos de cristal, tallados por el maestro Tankei, en el siglo XII. Al lado de Kannon se encuentran otras 500 estatuas de distintas Kannon. Estas estatuas son del tamaño de una persona y están distribuidas en diez filas de 50 columnas y cada una una tiene 11 cabezas para ser testigos del sufrimiento de los humanos y mil brazos para ayudarles a superar el sufrimiento. En realidad, las estatuas sólo tienen 42 brazos, pero según la numerología budista, si restamos los dos brazos humanos y multiplicamos el número restante por los 25 planos de la realidad, obtenemos el número de mil. De ahí la expresión Kannon, la de los mil brazos.

Kioto en la actualidad

Se convirtió en una ciudad designada por ordenanza del gobierno, el 1 de septiembre de 1956. La red ferroviaria de alta velocidad llamada Shinkansen, además de la inauguración de la Torre de Kioto en 1964, dieron paso a la modernización tradicional que ha supuesto desaparezca gran parte de su arquitectura tradicional, aunque aún es posible encontrarla en varios rincones de la ciudad.

Kioto tiene más de cincuenta museos, el más famoso de los cuales es el Museo Nacional de Kioto, creado en 1889 y uno de los tres museos de arte anteriormente ordenados por el Imperio de Japón.

En 1997, Kioto fue sede de la conferencia que dio como resultado el Protocolo de Kioto sobre emisiones de gases de efecto invernadero.

En la actualidad se han efectuado ciertas remodelaciones en el perfil de Kyoto que han aumentado su turismo. Es la única gran ciudad japonesa que todavía tiene una gran cantidad de edificios anteriores a la guerra, como las machiya (casas tradicionales).

Vista de un boulevard, cerca la sakura en flor (los cerezos). Foto tomada de Internet

La ciudad atrae a más de 30 millones de visitantes cada año. Hoy en día constituye un lugar excepcional para descubrir antiguas tradiciones como las geishas, la ceremonia del té y el arte de la caligrafía.

Kioto es la capital cultural de Japón y su ciudad más hermosa. 

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