Bibliotecario ayudando a estudiantes a usar tecnología digital. Foto tomada de Internet

Los bibliotecarios en el siglo XXI

El bibliotecario siempre ha sido importante, pero ahora lo es un poco más. En un mundo plagado de información, lleno de impactos informativos a través de múltiples soportes y pantallas, en el que existen infinidad de formas de entretenimiento y de acceso al conocimiento, y donde la tecnología a traído una incipiente desigualdad entre personas y donde la diversidad cultural es una realidad; el personal bibliotecario trabaja por y para que todas ellas puedan experimentar la igualdad de acceso y explorar su máximo potencial. 

El bibliotecario es hoy más importante que nunca. Foto tomada de Internet

El bibliotecario es pieza clave para acercar la cultura, la educación y la información a la sociedad. No se trata de que el bibliotecario deba conocer todo, o que en toda biblioteca deba haber especialistas en todas las ciencias. En una institución en la que el trato con estudiosos y conocedores de diversas ramas del saber es frecuente, el progreso en la ciencia y en el arte es más constante, acertado y profundo. El bibliotecario debe procurar ser por lo menos una persona muy culta, o , mejor aún, especialista en alguna rama (o en varias) del conocimiento humano. 

Es capaz de encarar proyectos institucionales que excedan lo estrictamente bibliotecológico o bibliotecario, y no teme involucrarse en asuntos prácticos, aun teniendo que enfrentar problemas de índoles que le son en principio desconocidas. Sólo así el bibliotecario podrá cumplir un servicio pleno para con su comunidad, de lo contrario correrá el riesgo de convertirse en un inmerecido beneficiario de ésta. 

Tiene a la biblioteca como medio para alcanzar el objetivo propuesto. Más allá del acceso a contenidos, las bibliotecas se han caracterizado por su trabajo constante para que las personas estén formadas e informadas y sepan hacer frente a un mundo donde la información y la tecnología son elementos necesarios en el día a día de muchísimas personas.

Importancia del bibliotecario

El personal de biblioteca es hoy más importante que nunca. Se encargan de fomentar el hábito lector en una sociedad cargada de nuevas vías de entretenimiento y acceso al conocimiento. La lectura es importante para las personas y es de suma importancia que el hábito sea adquirido desde edades tempranas. En la actualidad los niños y jóvenes tienen diversas formas de entretenimiento y de acceso al conocimiento. Los bibliotecarios, (junto con la familia y profesores), deben despertar el sentimiento de la lectura en ellos. No sólo explicar sus beneficios, sino hacer que las personas los experimenten. 

Crean programas y actividades de alfabetización informacional y tecnológica. La contaminación informacional (fake news) se mezcla con la falta de formación en la búsqueda, localización y uso de la información. En un mundo cada vez más tecnológico, no todas las personas tienen la oportunidad de acceder a esa nueva tecnología o a aprender su utilización. El personal bibliotecario está llamado a orientar y capacitar a las personas en el uso de la información y de la tecnología con la brecha existente.

Es el personal bibliotecario quien debe fomentar la igualdad de acceso y el uso de las bibliotecas. Los bibliotecarios son el nexo conector entre la biblioteca y las personas, independiente de cualquier condición social de ellas. Dentro de las bibliotecas debe imperar la igualdad y la libertad y el personal bibliotecario es quien se debe encargar de ello.

La globalización y la evolución social han hecho que en un mismo lugar convivan diversas realidades sociales y culturales. El personal bibliotecario debe trabajar en un único espacio como es la biblioteca, para entremezclar a dicha variedad de usuarios para dar respuesta a todas y cada una de las distintas necesidades, sin discriminar a nadie y haciendo a todos partícipes de la comunidad bibliotecaria. Esta unión cultural, además de hacer que las personas empaticen y socialicen, hará que la integración entre las distintas realidades forme una única realidad social basada en la diversidad.

El bibliotecario debe fomentar la igualdad de acceso y el uso de las bibliotecas para todos. Foto tomada de Internet

La generación de confianza es más que necesaria en la actualidad, y más en las bibliotecas. Los bibliotecarios son los encargados de conseguir que las personas vean a la biblioteca como un espacio seguro, imparcial y donde prime la privacidad (elementos que en la actualidad a veces quedan en entredicho). El trato cercano y humano, tanto desde la biblioteca física como desde la biblioteca online, son piezas clave para la generación de confianza. Buscando siempre la plena satisfacción de las necesidades informativas de los usuarios.

Los bibliotecarios ayudan a propiciar encuentros generacionales y a socializar. Foto tomada de Internet

El personal bibliotecario ayuda a que las personas se formen e informen para propiciar su desarrollo personal y profesional. Son los encargados de orientar y personalizar cada una de las necesidades en función de cada persona. Todo ello gracias a un profundo conocimiento de los recursos y servicios con los que cuenta la biblioteca y que no dudan en poner al alcance de la comunidad bibliotecaria.

Los bibliotecarios deben ser miembros activos de los equipos de liderazgo pedagógico de las escuelas. Foto tomada de Internet

Si las bibliotecas evolucionan es gracias al personal que trabaja en ellas. Los bibliotecarios son los primeros que ven la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades y asumir nuevos retos en sus funciones; inmersos siempre en un constante ciclo de formación y aprendizaje. Para que las bibliotecas sigan al lado de las personas (y viceversa) para dotarlas de un espacio de acceso, conocimiento, participación y confianza.

El personal bibliotecario ha de poseer también una gran capacidad de adaptación (no como virtud absoluta sino como virtud funcional a su actitud de servicio y de apertura al continuo enriquecimiento personal), ya que los permanentemente cambiantes instrumentos técnicos le demandarán habilidades permanentes mediante las cuales asir y modificar conocimientos que deberán ser día a día actualizados, cuando no reemplazados. Esa capacidad de adaptación no será posible si la base de formación desde el que el bibliotecario se enfrenta a lo nuevo no es sólida, y si sus convicciones en torno a la índole de su tarea no son realmente firmes y auténticamente comprometidas con el interés de la sociedad en su conjunto. 

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