Museo Casa Natal José Martí. Foto tomada de Internet

La Casita de Martí

No hay dudas de que el Museo Casa Natal de José Martí es uno de los más visitados del país. Vio nacer el 28 de enero de 1853 al más universal de los cubanos. Situada en el núm. 314 de la actual calle Leonor Pérez, antigua San Francisco de Paula, en el entonces barrio del mismo nombre, se le conoce popularmente como La Casita de Martí,  y atesora la mayoría de los objetos que de él se conservan.

José Martí, nuestro Héroe Nacional. Foto tomada de Internet

La construcción data de inicios del siglo XIX y está ubicada  a pocos metros de la muralla que protegía a la ciudad del ataque de piratas y corsarios. Don Mariano Martí y Leonor Pérez, padres del Héroe Nacional tuvieron allí a Pepe, como también lo llamaban. Cuando la familia Martí-Pérez se mudó de ese lugar en el año 1856, el inmueble tuvo diferentes dueños, permaneciendo en el anonimato hasta 1899, cuando emigrados cubanos radicados en Cayo Hueso develaron una tarja en su fachada. Más tarde fue adquirida por la Asociación de Señoras y Caballeros por Martí en  el año 1900 y se le entregó a Doña Leonor, quien vivió en ese inmueble, unos  5 años.

La casa de Paula No. 102, antes 41, el 28 de enero de 1899, al rendirle los emigrados cubanos el primer homenaje a José Martí. En los balcones se encuentran su madre Doña Leonor y su hermana Amelia y su esposa Carmen Zayas Bazán y su hijo José Frnacisco. Entre los patriotas que aparecen en la acera se encuentran Fermín Valdés Domínguez y Juan Gualberto Góméz. Foto tomada de Internet

Es el museo más antiguo de la ciudad de La Habana. Debe su surgimiento al periodista y diplomático Arturo R. de Carricarte (1880-1948), quien junto a un pequeño grupo de cubanos emprendió una batalla pública con el noble fin de recopilar, ordenar y conservar objetos, y documentos del Apóstol.

Arturo R. de Carricarte, martiano incansable. Foto tomada de Ecured

Este sueño pudo convertirse en realidad el 28 de enero de 1925. El museo contaba en ese entonces con dos salas en la planta baja y dos en la planta alta. Allí se exhiben colecciones de objetos de la familia y personales del Apóstol.

Desde su nacimiento hasta el triunfo de la Revolución, el museo funcionó sin apoyo oficial, dirigido por un patronato que realizó una estoica labor para cumplir sus objetivos.

Acto efectuado en la casa natal de nuestro José Martí el 19 de mayo de 1934. Foto: Archivo de Granma

Fue declarado Monumento Nacional en 1949 por la entonces Comisión Nacional de Etnología y Monumentos. En 1953, año del centenario del natalicio de José Martí, se realizó una reparación capital en el museo en el cual jugaron un papel fundamental los martianos de la época, que se unieron y exigieron al gobierno dinero para recuperarlo del olvido en que estaba sumido. A las celebraciones por los 100 años del nacimiento del héroe fue invitada María Mantilla Millares, quien fue una niña muy amada por él y entregó a la institución el grillete que éste llevó en el presidio, reliquia que su familia había guardado por encargo del joven Martí.

Durante varios años la casa estuvo en ruinas, sin presupuesto para restaurarla. Foto: Archivo de Granma

Luego del triunfo de la Revolución y a causa  de la explosión ocurrida en el vapor de origen francés La Coubre, que se produjo a pocos metros de allí en 1960, el inmueble sufrió daños considerables. La Dirección Nacional de Cultura estuvo a cargo del nuevo proceso de restauración y rehabilitación, que culminó el 28 de enero de 1963 cuando se cumplieron 110 años del natalicio del Apóstol. A partir de esta fecha se le denominó Casa Natal de José Martí.  Los manuscritos y documentos originales de Martí, fueron declarados también Monumento Nacional en 1978, por la Comisión Nacional de Monumentos.

El Comandante en jefe supervisa personalmente las obras de restauración de la casa-museo a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Foto: Alberto Korda

En 1994,  el recinto se integró a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), con lo cual se da paso a un nuevo proceso de restauración y remontaje museográfico. El prestigioso centro patrimonial es muy conocido en todo el país e internacionalmente y recibe un promedio superior a los 60 000 visitantes por año.

El Museo por dentro

Se trata de una pequeña vivienda de dos plantas que se destaca desde el exterior por su cubierta de tejas, paredes amarillas y puertas y ventanas azules. Detrás de los balconcitos, dos habitaciones en la planta alta; en la primera, como una estrella, el sitio que marca el alumbramiento.

Actualmente el salón que colinda con el museo, acoge una exposición monográfica con carácter permanente, donde se detalla en línea del tiempo, la historia de la edificación que comenzó en 1810 cuando los frailes de la Orden de Santo Domingo poseían la propiedad de varias casas en Paula, entre ellas, la antigua núm. 41.

La institución posee ocho salas de exposición permanente, donde se atesoran valiosos fondos patrimoniales, clasificados en objetos museables, documentos y fotografías. Se considera la mayor y más significativa colección de Cuba y el mundo sobre el Maestro.

La llegada de los padres de Martí a la morada, en 1852; el nacimiento, un año después, del Héroe Nacional en la habitación de los altos; y la colocación oficial de una placa por iniciativa de la emigración patriótica cubana de Tampa y Cayo Hueso, en 1899, considerado el primer homenaje masivo al Apóstol en La Habana, son algunos de los sucesos que se reflejan en la muestra.

A los que se suman otras piezas personales de Martí relacionadas con su madre, su hijo y su amigo Fermín Valdés Domínguez, así como su labor política, literaria y revolucionaria.

El visitante también puede conocer sobre la vida del Maestro entre los años 1880-1895: estancia en Estados Unidos, los intercambios con Máximo Gómez y Antonio Maceo, la labor como cónsul de Uruguay (1884-1891), Argentina y Paraguay (1890-1891) la organización de la Guerra de Independencia, su actividad en la oficina de Nueva York, la fundación del Partido Revolucionario Cubano y su papel como delegado de este en la organización de la Guerra del 95, las acciones en Montecristi; salida desde Cabo Haitiano, travesía y llegada a Cuba por Playitas de Cajobabo, y su caída, en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895.

Vista de una de las salas. Foto tomada de Internet

En La Casita de Martí, acaecen un sinnúmero de actividades de corte cultural que involucran a la comunidad, que la rodea y que puede disfrutar, al igual que el resto de la ciudadanía de su pequeña y valiosa biblioteca. Ha servido de inspiración para crear juegos y canciones infantiles, un software interactivo permite hacer visitas virtuales, mientras que las presenciales, forman parte del programa de clases de las escuelas. El Museo tiene también una biblioteca y su propio archivo.

El pensamiento y la obra de este genial patriota cubano son faro y guía que debe seguir hoy el pueblo cubano.

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