En el conjunto de la obra martiana, la parte periodística ocupa voluminosamente casi la mitad de su producción literaria, dato que redunda si se observa que la mayoría del resto de su producción apareció primeramente publicada en periódicos.
El período más fecundo en el ejercicio de la prensa lo vivió en Estados Unidos entre 1880 y 1892. José Martí publicó más de cuatrocientas crónicas sobre Hispanoamérica, Estados Unidos y Europa, así como un centenar de acertados y bellos retratos sobre historia, literatura, filosofía, guerras, política, educación, arquitectura, moda y ciencia para más de 24 periódicos.
De más de 300 publicaciones periódicas bebió. En sus textos periodísticos mencionó o citó a diarios y revistas de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Algunas de las publicaciones de las que tuvo noticia o le sirvieron como fuente fueron: The Rural New Yorker, The Record, Anarchist, The World, The Evening Sun, Verdens Gang, Capriciose, Daily Rundschau. Le Voltaire, La Revista de Edimburgo, La Nueva Era, El Progreso, La Lucha, La Fraternidad y El Mundo Nuevo.
Dejó una huella medular de su cultura e ideas en las más renombradas publicaciones de la época: La Habana, El Elegante, El Almendares, La Revista de Cuba; La Juventud, El Avisador Cubano, El Avisador Hispano-Americano, El Porvenir, La Revista Ilustrada, La Nación y El Sudamericano de Buenos Aires, La Opinión Nacional de Caracas, La Opinión Pública de Montevideo, La República de Tegucigalpa, La Revista Azul y El Partido Liberal de México, La Pluma, de Bogotá El Latinoamericano y Las Américas de Nueva York.
Al valorar su notable desempeño como periodista, el empresario y periodista Fausto Teodoro de Aldrey (1825-1886), director y propietario de La Opinión Nacional, le propuso que fuera corresponsal de ese diario en los Estados Unidos. O sea, Martí regresó a Nueva York y reanudó su labor periodística, a partir del 20 de agosto de 1881, pero en una faceta distinta.
Sus trabajos comenzaron a salir con el seudónimo M. de Z. Pero al despertar la curiosidad entre los lectores por saber quién era el autor de tan encendidos trabajos, Aldrey reconoció públicamente que no era otro que José Martí y, a partir de entonces, empezó a firmar con su nombre.
En La Opinión Nacional también ocupó una columna fija de comentarios de actualidad llamada Sección constante. El 10 de junio de 1882 culminó el Apóstol su etapa como colaborador de esta publicación, al no admitir que Aldrey le pusiera freno a sus criterios.
Con posterioridad, comenzó a colaborar, el 13 de septiembre de 1882, con La Nación. Su paso por este diario argentino culminó el 26 de marzo de 1891, lo que confirma el estrecho nexo que existió entre ambos. Inigualables crónicas suyas, que narraban la vida norteamericana e importantes sucesos acaecidos en ese país, vieron la luz en esta publicación, en la sección titulada Carta de Nueva York o Cartas de Martí.
Martí en los días de entrega total a los preparativos de la continuidad de la lucha por la independencia de Cuba, fundó Patria. Periódico al que consagró sus mejores energías, reseñando en sus páginas el clima de seguimiento a sus ideas de libertad y, sobre todo, el carácter francamente americano de la guerra de independencia de la Isla.
Como corresponsal de The Sun y The Hour
Es indudable que el modo de hacer periodismo en los Estados Unidos impregnó a José Martí. No debe olvidarse que fue un lector atento de los principales diarios de ese país, entre ellos The New York Times, The New York Herald, The Sun, The Hour. De los dos últimos fue colaborador permanente.
The Sun, según la crítica especializada, “fue el puente entre la vieja prensa y el nuevo periodismo que se estaba desarrollando antes de fin de siglo. Como los grandes diarios de la ciudad, dirigía sus editoriales y el estilo de la escritura a un público de trabajadores, pequeños mercaderes e inmigrantes”.
En The Sun José Martí aprendió los rasgos del nuevo modo de hacer periodismo: Presentar de la forma más lúcida una fotografía diaria de las cosas del mundo; manifestar interés por la política, la economía y el gobierno, poner en el centro de la noticia a la gente cotidiana; investigar a fondo el hecho noticioso; usar todos los recursos narrativos para llamar la atención y hacer vivida la noticia; dedicar enormes extensiones a una información que podía parecer menor pero interesaba al hombre de la calle; acoger en sus páginas a los mejores escritores del momento.
Este periódico estaba dirigido por el famoso periodista Charles Dana (1819-1897), quien fuera uno sus más fervientes amigos, y que escribió a propósito del periodismo de Martí: “…fue colaborador de The Sun, escribiendo sobre temas de bellas artes, en las que tenía sólidos y extensos conocimientos, y sus ideas y conclusiones eran brillantes y originales”.
En la revista de arte The Hour, ven la luz sus bellas crónicas. Se destacan las que reseñaban la vida norteamericana, bajo el título Impressions of America, bajo el seudónimo A very fresh Spaniard.
También redactó artículos sobre los pintores impresionistas, que llegaron a causar admiración. En estas páginas Martí mostró un amplio conocimiento artístico, así como sensibilidad y capacidad crítica.
“En español nada hay que se parezca a la salida de bramidos de Martí, y después de Víctor Hugo nada presenta la Francia de esta resonancia de metal”, reconoció el político y escritor argentino Domingo Faustino Sarmiento.
Para José Martí, la prensa escrita fue el medio de difusión de un estética identificativa de un grupo muy amplio de escritores, pensadores y artistas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Sus crónicas sirvieron para introducir elementos tan variopintos y alejados entre sí como los consejos para dormir con gorra, las nuevas vajillas para tomar el té, las guerras y la política internacional, la educación, la arquitectura, la moda y todos aquellos adelantos vinculados a la ciencia y a la literatura.
Todo ello no fue óbice para que reflexionara sobre la ética y la condición humana mediante imágenes detalladas, información exhaustiva, gracejo narrativo y un estilo personalísimo que le llevó a ser una de las más genuinas personalidades periodísticas del momento.
A pesar de lo antes expresado, José Martí fue capaz de distanciarse de los hechos noticiosos triviales y poner en el centro de su bregar periodístico la búsqueda de la noticia que reflejara las transformaciones que se estaban operando en los Estados Unidos, y en lo que se convertiría ese país, si no le ponía freno a las mismas.
José Martí elegido miembro de New York Writers Hall of Fame, 2018. Foto tomada de Internet
En el año 2018, el New York Writers Hall of Fame, proyecto del Empire State Center for the Book que concede anualmente membresías a varios escritores, vivos o muertos, que hayan marcado la historia cultural de esta gran ciudad, eligió a José Martí, para ingresar a tan exclusivo salón. Algunos de los miembros más célebres son Walt Whitman y Herman Melville, Washington Irving y Henry James, Edith Wharton y Elizabeth Bishop, Marianne Moore y Mary McCarthy, Langston Hughes y James Baldwin.
José Martí es el segundo escritor hispano después de la poeta puertorriqueña Julia de Burgos, quien recibiera la membresía en 2011. La propuesta ha sido impulsada en los últimos tiempos por Esther Allen, estudiosa y traductora de Martí, así como por la historiadora Ada Ferrer, de New York University.