El arte es un transmisor de ideas y valores. El arte es cultura y la cultura es conocimiento. El arte es el detonante de la unión entre todos los pueblos del mundo. El arte es la expresión máxima de sentimiento del ser humano. El arte es la huella de nuestro paso por el mundo. El arte pasado y presente.
El arte es rebeldía, valentía, creatividad. El arte nos inspira a hacer lo que nunca habíamos imaginado. El arte es libertad. El arte nos conduce la paz interior. El arte mueve. El arte plasma la imaginación y los pensamientos en algo que otros puedan ver, tocar o escuchar y hay que impulsar la creatividad de la gente.
El arte desempeña el papel motor de la comunicación, ya que el artista mediante su creación traslada no solo sentimientos, sino también mensajes, y nos hace reflexionar sobre nuestra existencia, los problemas sociales o la vida en general.
Por ese motivo, desde el año 2012 se viene celebrando cada 15 de abril como el Día Mundial del Arte (World Art Day), una fecha que busca dar a conocer la importancia que tiene el arte y sobre todo el pensamiento creativo, para la evolución del pensamiento humano y la resolución de los problemas que nos aquejan.
En homenaje a un gran artista de todos los tiempos
Se estableció que fuese el 15 de abril, debido a que se conmemora el natalicio de Leonardo Da Vinci, artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acabado del sabio renacentista.
Leonardo da Vinci, nació en la villa toscana de Vinci, en 1452. Era hijo ilegítimo de un abogado florentino. Se formó como artista en Florencia, en el taller del pintor Andrea del Verrocchio; pero gran parte de su carrera se desarrolló en otras ciudades italianas como Milán (en donde permaneció entre 1489 y 1499 bajo el mecenazgo del duque Ludovico Sforza) o Roma (en donde trabajó para Julio de Médicis). Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha conservado ninguna escultura suya y parece que ninguno de los edificios que diseñó llegó a construirse, por lo que de su obra como escultor y arquitecto sólo quedan indicios en sus notas y bocetos personales.
Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho destacar como el gran maestro del Cinquecento (por encima incluso de Miguel Ánguel o Rafael) y como un personaje cumbre en la historia del arte. De la veintena de cuadros suyos conservados, destacan La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Última Cena, La Virgen y Santa Ana, La Adoración de los Magos y el Retrato de Ginebra Benzi. El más célebre es sin duda La Mona Lisa o La Gioconda, retrato que tuvo al parecer como modelo a Mona (abreviatura de Madonna) Lisa Gherardini, esposa de Francisco Giocondo.
Todas sus obras son composiciones muy estudiadas, basadas en la perfección del dibujo y con un cierto halo de misterio, en las que la gradación del color contribuye a completar el efecto de la perspectiva; en ellas introdujo la técnica del sfumato, que consistía en prescindir de los contornos nítidos de la pintura del Quattrocento y difuminar los perfiles envolviendo las figuras en una especie de neblina característica. El propio Leonardo teorizó su concepción del arte pictórico como “imitación de la naturaleza” en un Tratado de pintura que sólo sería publicado en el siglo XVII.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta del Sistema Solar), la física o la ingeniería.
En este último terreno fue donde quedó más patente su talento de precursor a juicio de las generaciones posteriores, ya que Leonardo concibió multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus contemporáneos y que la técnica ha acabado por convertir en realidad siglos más tarde: aparatos de navegación (como un submarino, una campana de buceo y un salvavidas), máquinas voladoras (como el paracaídas, una especie de helicóptero y unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre), máquinas de guerra (como un puente portátil y un anticipo del carro de combate del siglo XX), obras de ingeniería civil (como canalizaciones de agua o casas prefabricadas), herramientas y maquinaria de tipo industrial (como una hiladora, una laminadora, una draga o una cortadora de tornillos), fortificaciones, etcétera.
A pesar de sufrir una parálisis en 1516 siguió trabajando hasta su muerte acaecida en Amboise, Francia, el 2 de mayo de 1519, a los 67 años.
Leonardo da Vinci es considerado como símbolo mundial de paz, libertad de expresión, tolerancia, fraternidad y multiculturalismo.
En 1954 se creó la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP). Bajo los auspicios de esta Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), asociada a la Unesco; focaliza cuatro aspectos medulares: acercar el mundo de las artes a la comunidad global, crear conciencia de la importancia de las artes en el mundo, informar a la sociedad acerca de las diferentes opciones de expresión actuales y revalorizar los aspectos sociales y económicos del mundo del arte.
Celebar un Día Mundial para el Arte fue promovida por la AIAP, que declaró el recordatorio por unanimidad, en 2011, durante su XVII Asamblea General. Al año siguiente, a instancias de 150 artistas de distintos países, se promovió reconocer el día del nacimiento de Leonardo como una celebración global, al tiempo de profundizar la importancia y el valor del arte para el mundo, como manifestación del alma, “que desahoga la libertad de expresión, el diálogo multicultural y la paz mundial en la sociedad”.
Los infinitos beneficios del arte en nuestro cerebro (según la ciencia)
Hay muchas preconcepciones respecto al arte. Algunos, creen que sólo unos pocos pueden crear o apreciar obras artísticas, y no es así, pues nuestro cerebro parece diseñado para disfrutar el arte. Otros, piensan que el arte es algo superfluo y que no sirve para nada. Eso en absoluto es así, pues tiene beneficios no sólo inmateriales, como el aspecto estético o expresivo, sino que beneficios muy palpables, pues tiene efectos neurológicos positivos para nuestro cerebro.
Estamos hechos para apreciar el arte
Según un estudio de la Universidad de Toronto, en apariencia, la apreciación del arte es un proceso biológico natural, para el que nuestro cerebro estaría diseñado. El estudio en cuestión, consistió en una revisión de diversas investigaciones relacionadas con el análisis de la actividad cerebral relacionada con el arte.
Los investigadores, encontraron que al observar pinturas y formarse una opinión sobre ellas, se activan numerosas partes del cerebro, como por ejemplo áreas relacionadas con el reconocimiento de objetos y escenas, así como áreas relacionadas con las experiencias emocionales, el aprendizaje y la regulación de los movimientos.
Ahora bien, al estudiar con atención la manera en que se activan esas partes del cerebro, los investigadores encontraron que ocurría de una manera similar, predeterminada. Los científicos dicen en su estudio, que se trata de una “activación en un sistema distribuido”, lo que induce a pensar que se trata de un diseño predeterminado en la estructura de nuestro cerebro.
El arte mejora el funcionamiento del cerebro
Cada expresión artística activa partes distintas del cerebro, como muestra este estudio, por lo que es una excelente forma de estimular nuestro intelecto y creatividad. Otra investigación, nos muestra que además se potencian las capacidades de resolución de problemas en los niños, y también, la memoria y la capacidad de aprendizaje.
No solo eso, sino que cada expresión artística tiene cualidades que potencian aspectos de nuestro desempeño en otras áreas. ¿Cómo es eso?, por ejemplo, las investigaciones demuestran que los niños sometidos a educación musical, tienen mejor desempeño en matemáticas, lenguaje y comprensión lectora. Asimismo, aunque parezca increíble, influye en una mejor postura corporal, y en mejores respuestas motoras, pues se incrementa la conectividad entre las áreas sensorial y motora del cerebro, mejorando también su flujo sanguíneo. Estos beneficios, además, permanecen durante toda la vida de la persona.
Por otra parte, las artes visuales, también poseen grandes beneficios: mejoran la plasticidad cerebral, el coeficiente intelectual, y la capacidad de atención. Asimismo, reducen la impulsividad y mejoran el comportamiento en los niños.
Incluso el practicar teatro tiene múltiples consecuencias positivas: mejora el vocabulario, el autocontrol, la autoestima, ayuda en la memoria kinésica, permite convertir conceptos abstractos en concretos, fomenta la tolerancia, y además, mejora el aprendizaje en el área de la literatura. Entre otros muchos, muchos beneficios.
Y no sólo en el aspecto netamente académico. El arte mejora nuestras cualidades humanas. Por ejemplo, un estudio realizado en 10.000 estudiantes, indica que la apreciación del arte y las visitas a museos, incrementan la tolerancia, y otras investigaciones, señalan que el mero hecho de estar expuestos a una obra artística, libera las mismas sustancias en el cerebro, que cuando nos enamoramos.
El arte es terapéutico
Pintar, dibujar, tomar fotografías, son una forma efectiva para disminuir los niveles de estrés, y tener más claridad mental, señala este estudio. De hecho, existe la llamada arteterapia, y también, la dramaterapia, entre otras aplicaciones, que han servido, por ejemplo, para disminuir los terribles efectos del estrés post-traumático, en veteranos de guerra.
Además los efectos de mejora en las habilidades cognitivas y en la memoria, son visibles incluso en personas con serias enfermedades neurodegenerativas. Por ejemplo, en el caso de los pacientes con alzheimer y con demencia senil (enfermedad que implica pérdida de memoria progresiva, ansiedad, depresión, agresividad, insomnio y otros síntomas), el tratamiento con medicamentos lo que hace en general, es básicamente volver menos visibles los síntomas, pero no los elimina ni mucho menos detiene su avance. En cambio, al hacer que practiquen arte, se produce una mejora en su comportamientos social, en su autoestima, y además, disminuyen los síntomas de orden psiquiátrico, según indica este estudio.
Más de cien estudios han demostrado que el arte tiene efectos positivos en la salud física y psicológica de los enfermos crónicos. Reduce los efectos del estrés al disminuir la cantidad de la hormona cortisol en la sangre, disminuye tanto la sensación de dolor físico, como los efectos fisiológicos de la ansiedad, aumenta la autoestima y un sentido positivo de identidad, o sea, se definen a sí mismos en términos positivos y no negativos, en especial, dejan de definirse en términos de su enfermedad, y comienzan a definirse en función de lo que sienten o son; y también aumenta la sensación de control de los acontecimientos, esencial para los pacientes crónicos, quienes sienten que su vida escapa poco a poco de control. Y lo que es más interesante: aumenta la velocidad de recuperación en enfermedades crónicas o catastróficas.
Todos podemos hacer arte
Como mencionamos al comienzo, el cerebro humano parece estar diseñado para la apreciación del arte. Asimismo, somos por naturaleza seres creativos, y esta cualidad puede ser estimulada a través de las actividades artísticas. Y cualquiera las puede practicar, sólo requiere un poco de buena disposición.
El arte puede sonar como algo muy ajeno para algunas personas, pero mejora efectivamente nuestra calidad de vida. No es necesario tener una enfermedad mental, para acudir a la terapia artística o arteterapia, pues con ella se alivian situaciones como el estrés, problemas de aprendizaje, enfermedades crónicas, dificultades de adaptación en la escuela, etc.
El mero hecho de practicar una actividad artística o creativa, ya tiene beneficios no sólo para nosotros, sino para todos quienes nos rodean. Incluso, puede no ser una actividad aparentemente “artística”, sino un hobby, como la jardinería, o tejer, o la carpintería. Lo importante, es darnos el espacio para expandir nuestra imaginación, pues así, alimentamos no sólo nuestro cerebro, sino también a nuestra alma.
¿Cómo celebrar este día?
Se realizan multitud de eventos para festejar el día mundial del arte como obras de teatro, música, danza, artes visuales, talleres y presentaciones de libros. Se pretende que todas las artes lleguen a la comunidad de forma gratuita: en las calles, en los parques, museos, jardines, teatros e instituciones culturales. Muchas organizaciones realizan eventos importantes como exposiciones, talleres, cursos, clases abiertas y foros, donde se habla del arte y, como siempre, puedes compartir tu experiencia utilizando el hashtag #DíaMundialdelArte.
Rosa María Flores Trejo
Yo soy Mexicana
Mi esposo y yo tuvimos 5 hijas
Desde muy pequeñas,fueron a la Escuela Nacional de Música ( UNAM )
Tenían su grupo musical
Una de ellas es Violinista Profesional
Ella estudió después del bachillerato su carrera en el Conservatorio de París ( Francia