La Alhambra. Foto tomada de Internet

Tesoros Arquitectónicos: La Alhambra, espléndida ciudadela del Al-Ándalus

La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada, en la comunidad autónoma de Andalucía, España. Consiste en un conjunto de palacios, jardines y fortaleza que albergaba una verdadera ciudadela dentro de la propia ciudad, que servía como alojamiento al monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada.

La historia de la Alhambra está ligada al lugar geográfico donde se encuentra: Granada. Sobre una colina rocosa de difícil acceso, en los márgenes del río Darro, protegida por las montañas y rodeada de bosque, entre los barrios más antiguos de la ciudad, la Alhambra se levanta como un castillo imponente de tonos rojizos en sus murallas que ocultan al exterior la belleza delicada de su interior.

Orígenes

El nombre Alhambra tiene sus orígenes en una palabra árabe Al-Hamrá que significa “castillo rojo o bermellón”, debido quizás al tono de color de las torres y muros que rodean completamente la colina de La Sabica, construidos con la arcilla ferruginosa del propio terreno; y que bajo la luz de las estrellas es de color plateado, pero bajo la luz del sol adquiere un tono dorado. Aunque existe una explicación más poética, narrada por los cronistas musulmanes que hablan de la construcción de la Alhambra “bajo la luz de las antorchas“. 

Creada originalmente con propósitos militares, la Alhambra era una alcazaba (fortín), un alcázar (palacio) y una pequeña medina (ciudad), todo al mismo tiempo. Este triple carácter ayuda a comprender las numerosas características de éste monumento.

Fue mandada a construir a mediados del siglo XIII por el Rey Mohamed I, (1238-1273). Este construyó la Alcazaba que es la zona más antigua. Sus descendientes posteriormente ampliaron la ciudad y fortalecieron el recinto defensivo. Yusuf I (1333-1354) reformó el Palacio de Comares, enriqueciéndolo y llevando a cabo las obras del Patio de los Arrayanes y el Salón del Trono. Muhammad V (1362-1391), hijo de Yusuf I, mandó construir los baños árabes,  parte de las torres y el Patio de los Leones, además de otros cuartos y fortificaciones.

La Alhambra por dentro

El conjunto de la Alhambra es toda una ciudadela amurallada dentro de la ciudad de Granada. Cuenta con aposentos reales, fortalezas, jardines, patios, cuarteles, etc.

La Alcazaba

Es la parte más antigua de La Alhambra, está rodeada de puertas y torres, únicamente es accesible a través de unos pasadizos rectangulares, construidos como medida defensiva. Construida por Mohammed I, es la parte puramente militar del recinto. Lo primero que se encuentra al entrar es el Barrio Castrense o Plaza de Armas, el lugar que ocupaban las casas y cuarteles de la tropa. A la izquierda está el Jardín de los Adarves (siglo XVII), con muchos cipreses, flores y fuentes.

La Alcazaba. Foto tomada de Internet

Más allá están la Torre de la Pólvora y la Torre de la Vela o de la Campana, llamada así porque los Reyes Católicos instalaron en ella una campana cuyo toque regía los turnos de riego en la vega granadina. Lo mejor de esta torre es la vista que tiene de la ciudad, por un lado, y de la Alhambra, por el otro. Si se sigue rodeando la Alcazaba en el sentido de las agujas de un reloj se llega a la Puerta de Armas, la entrada principal durante el periodo árabe.

En la actualidad sólo se puede ver la planta de dichas construcciones, marcada con unos muros pequeños. En el subsuelo se encuentran unos aljibes y las mazmorras.

La Casa Real

Se da este nombre al conjunto de Palacios Nazaríes. Se puede dividir en tres núcleos principales y uno añadido: El Mexuar o Meshwar, el Palacio de Comares y el Palacio de los Leones, y añadido, las construcciones cristianas posteriores.

El Mexuar: Erigida bajo el reinado de Ismail (1314-1325). Era el lugar que correspondía a la parte semipública del palacio o selamlik, donde se realizaba la administración de justicia y el despacho de asuntos de Estado.

El Mexuar. Foto tomada de Internet

Palacio de Comares: Es el núcleo principal de La Alhambra, este palacio constituía la residencia oficial del Monarca, y está formada por un conjunto de dependencias agrupadas en torno al Patio de los Arrayanes o de los Mirtos, que es la planta que forma los setos de este patio. Construido por Yusuf I, está formado por cuatro partes diferenciales: La Madraza de los Príncipes, el Patio de Machuca, el Mexuar con el Patio Dorado y  el Patio de la Alberca con los baños y el Patio de la Reja. Este palacio está considerado como una de las joyas de la Alhambra y tiene un precioso estanque flanqueado por dos hileras de setos. 

Palacio de Comares. Foto tomada de Internet

Palacio de los Leones: Fue construido por Mohammed V en el año 1378 y es la joya más valiosa de La Alhambra. En en el centro del patio está la Fuente de los Leones y alrededor hay una galeria soportada por 124 columnas delgadas de mármol, abiertas como palmeras. Todo en este patio tiene su simbología: se dice que representa el Paraíso, bañado como éste por cuatro ríos, mientras que los doce leones situados en el centro representan los doce signos del Zodíaco.

Patio de los leones. Foto tomada de Internet

Palacio y jardines de El Partal: Se construyó a principios del siglo XIV, siendo así el palacio más antiguo nazarí. Su orientación es similar a la del Palacio de Comares, únicamente la crujía norte ha llegado hasta nuestros días. Los jardines, constituyen uno de los lugares más hermosos de la Alhambra.

El Partal. Foto tomada de Internet

Patio de los Arrayanes: Este patio tiene una extensa planta rectangular. Su nombre se debe a los macizos arrayanes que bordean la alberca central. El agua de la alberca central forma un espejo en el que se refleja el cielo y la fachada del palacio.

Sala de los Abencerrajes: Destaca por su gran cúpula de mocárabes, cuyas trompas forman una estrella de ocho puntas iluminada por dieciséis ventanas.

Sala de las Dos Hermanas: Tiene una cúpula de mocárabes de simbología celeste, apoyada en una base octogonal con dieciséis ventanas.

Sala de los Reyes: Su denominación se debe a una pintura que se observa en la cúpula central que representa a los diez primeros reyes de la dinastía nazarí (excepto los usurpadores Ismail I y Mohamed VI). Además hay otras dos cúpulas laterales con pinturas que muestran escenas caballerescas y románticas. Según las pistas que ofrece la pintura de los reyes, podrían corresponder a los reinados de Mohamed VII (1395-1410) o de Yusuf III (1410-1424).

Mirador de Daraxa: Desde donde se puede contemplar el jardín del mismo nombre.

La Sala de la Barca: Su nombre se debe a la forma de casco que presenta la boveda de armadura de lazo que la cubre.

Salón de los Embajadores: Fue el centro simbólico del poder Nazarí. El salón tiene planta cuadrada y tiene una gran decoración de estucos antiguos por todas sus paredes, con poemas y frases religiosas, pero lo que más destaca en esta sala es su cúpula de madera de cedro tallada y pintada. 

El Palacio de Yusuf III: Se levantaba antiguamente en el área del Partal Alto, se construyó aprovechando el desnivel del suelo, únicamente se  conserva parte de la alberca y el arranque de los muros de algunas dependencias, restaurados. Al parecer la construcción original data del reinado de Mohammed II (1273-1302), pero fue Yusuf III el que llevó a cabo su remodelación. 

Jardines del Generalife: Formaba la residencia de placer de los reyes moros, el palacio debió ser levantado a mediados del s. XIII. La parte más importante es el Patio de la Acequia, todo su centro está ocupado por un canal de agua.

Patio de la acequia. Foto tomada de Internet

Después de 1492

La Alhambra se convirtió en una corte cristiana en 1492 cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada. Más tarde, se construyeron varias estructuras para albergar a ciudadanos prominentes, cuarteles militares, una Iglesia y un Monasterio Franciscano.

Durante el reinado de Carlos V, el monarca añadió varias habitaciones a la Alhambra mientras se construía el palacio que lleva su nombre.

Palacio de Carlos V. Foto tomada de Internet

Sin embargo, la Alhambra siempre ha mantenido su naturaleza de palacio musulmán. Felipe II destinó impuestos para la conservación de La Alhambra, pero esta empezaría a ser abandonada por gobiernos españoles posteriores. Carlos III, a finales del siglo XVIII se ocupó de recuperar parte de ella, pero la dominación francesa destruyó algunas zonas del conjunto. En 1870 La Alhambra fue declarada Monumento Nacional. 

Hasta la actualidad se han realizado numerosas restauraciones. La ciudadela fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984.

El verdadero atractivo de la Alhambra, como en otras obras musulmanas de la época, no solo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza preexistente. 

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