El siglo XX ha conocido un enorme desarrollo, sobre todo económico y tecnológico, a nivel mundial. Es el siglo del colonialismo, de las dos Guerras Mundiales, del enfrentamiento entre capitalismo y socialismo, pero también es el siglo en que, como respuesta a este panorama de continuo enfrentamiento, nace la ONU como exponente de una sociedad más internacional, capaz de luchar por el entendimiento y la paz duradera.
El siglo XX también se ha caracterizado por la multiplicidad de tendencias ideológicas, estéticas, sociales y culturales. Por último, en este siglo se ha producido una revolución científica y técnica que ha influido y modificado todos los aspectos de la sociedad. Comienza la época contemporánea, y con ella, los grandes cambios de todo tipo que van a tener su reflejo en las bibliotecas y lo que éstas alojan.
En el siglo XX, el libro y la lectura se hacen accesibles a millones de personas. Esta revolución coincide con la triple expansión demográfica, educativa y económica iniciada en el siglo XIX. Solo desde estas premisas puede entenderse uno de los movimientos más importantes de la historia de las bibliotecas, el movimiento bibliotecario anglosajón, cuya consecuencia fue la creación y generalización del modelo de biblioteca que viene utilizándose desde la segunda mitad del siglo XX.
Las bibliotecas del siglo XX dejaron de estar exclusivamente centradas en la custodia de libros, para orientarse hacia el futuro y satisfacer las necesidades de los usuarios. Su misión principal se convirtió, por tanto, en hacer accesible el conocimiento para ponerlo al servicio de los ciudadanos.
Expansión de las bibliotecas
Las bibliotecas experimentaron una evolución y desarrollo sin precedentes, en cuanto a su concepto, estructura, proyección y metodología de trabajo, gracias a los múltiples progresos educativos, económicos, científicos y tecnológicos alcanzados en todos los ámbitos sociales, especialmente en el cultural. A través de la UNESCO, organización intergubernamental creada en 1946, marcaría un antes y un después para el avance y progresión de las bibliotecas en todo el mundo.
Se produce una gran expansión de las bibliotecas motivada, entre otras causas por:
a) El aumento del nivel de vida en las ciudades y la extensión del fenómeno urbano a áreas más amplias del planeta.
b) La extensión de la educación (obligatoria en todos los países avanzados) y consecuentemente, también de la cultura.
c) El fomento de la investigación científica.
Dentro de este proceso de expansión, las bibliotecas han abandonado su tradicional marco nacional y se caracterizan por un espíritu internacional y de cooperación. De forma paralela, los procesos técnicos de tratamiento de fondos se vuelven más complejos, surgiendo protocolos unificados que se realizan más rápidamente gracias a un acreciente automatización.
Diversificación de las Bibliotecas
En el siglo XX consiguió avanzarse desde la biblioteca única y enciclopédica del siglo XIX hacia el establecimiento de una serie de centros, con funciones y fondos distintos dirigidos a usuarios diferentes. Como principales tipologías bibliotecarias del XX figuran:
1. Bibliotecas Nacionales: Aunque su origen se encuentra en las antiguas “bibliotecas reales”, su consolidación definitiva se produjo durante el siglo XX, periodo en el que se definieron sus funciones y estructuraron sus servicios.
Más allá de las diferencias lógicas propias de cada país, las bibliotecas nacionales tienen tres objetivos principales: Ser cabecera del sistema bibliotecario nacional, recopilar, custodiar y difundir la producción bibliográfica del país y desarrollar y coordinar los servicios bibliotecarios del país, sirviendo de modelo o referente en aspectos clave como la gestión, automatización, digitalización, etc.
2. Bibliotecas Públicas: Aunque las primeras bibliotecas públicas en sentido moderno nacieron en Inglaterra y Estados Unidos en el siglo XIX, fue en el siglo XX cuando se desarrollaron y extendieron de forma generalizada, caracterizándose fundamentalmente por su dependencia administrativa y el servicio a todos los ciudadanos sin discriminación alguna.
Está concebida como un servicio público cuya función es la difusión de la cultura. La Biblioteca Pública asume hoy su papel de servicio social y, desde finales de siglo, se erige como centro de acceso de las nuevas tecnologías. No sólo debe poner a disposición de la sociedad documentos en cualquier soporte, sino posibilitar además el uso de ordenadores con conexión a Internet y el acceso a las herramientas ofimáticas y electrónicas.
3. Bibliotecas Universitarias: Surgidas en la Baja Edad Media, fueron quizás las que más cambios sufrieron a lo largo del siglo XX, sobre todo tras la II Guerra Mundial.
Su crecimiento y desarrollo se debió, sobre todo, al aumento del número de estudiantes y a la introducción de nuevas tecnologías, lo cual se mantiene en la actualidad. Estas bibliotecas deben de estar plenamente integradas en el resto de la universidad y compartir sus fines.
4. Bibliotecas Especializadas: Son las de más reciente creación dentro de la tipología bibliotecaria. Surgen en el siglo XX, respondiendo a la necesidad de especialización suscitada por la explosión documental.
Su crecimiento ha sido más rápido que el de otras bibliotecas, debido a la demanda de información reciente y actualizada por parte de los profesionales. Generalmente están al servicio de empresas e investigadores, presentan un alto grado de automatización y sus fondos se componen en su mayoría de publicaciones periódicas.
5. Bibliotecas Escolares: Consideradas un logro del siglo XX. el movimiento no cristalizó hasta principios de siglo en EE.UU. y su desarrollo no se materializó hasta después de la II Guerra Mundial.
A pesar de las recomendaciones de la UNESCO para la creación y desarrollo de las bibliotecas escolares, la mayoría de los países (exceptuando EE.UU., Canadá, Inglaterra y los países nórdicos) no cuentan realmente con este tipo de bibliotecas.
Asociciones, colaboración y programas de desarrollo
Los países anglosajones fueron, de nuevo, los pioneros en los movimientos de asociación y colaboración bibliotecaria. En EE.UU. se fundó la American Library Association (ALA) y en Inglaterra el Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP).
Estas asociaciones son, además, miembros de asociaciones internacionales como la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas), surgida formalmente en 1927. La IFLA es el principal organismo internacional que representa los intereses de los usuarios, de los servicios bibliotecarios y de documentación. Es el portavoz a nivel mundial de los profesionales de las bibliotecas y la documentación. Esta ha desarrollado programas como el CBU y el DUP, que aspiran al control bibliográfico universal y a la disponibilidad universal de publicaciones respectivamente. Precisamente la existencia de estos organismos internacionales propicia la cooperación interbibliotecaria.
Las bibliotecas en el siglo XX cooperan tanto a nivel nacional y local como a nivel supranacional, ya que el aumento de la producción de libros y de información les impide ser autosuficientes. Además, existen otras formas de cooperación local en la adquisición de materiales (consorcios, redes, etc.) que permiten reducir y optimizar costes sin menoscabar la calidad del servicio.
Han sido estos programas de internacionalización los que han favorecido los otros dos grandes cambios en las bibliotecas contemporáneas: la implementación de protocolos de normalización y automatización.
Los Bibliotecarios
A lo largo del siglo XX crece la importancia del bibliotecario en la sociedad. Se covierte en una profesión que conecta la información y las personas. Está cargado de mensajes optimistas como “los libros son tus amigos”, “las bibliotecas son para todos y para todas las edades”, “la vocación del bibliotecario se irradia en sus usuarios” o “los bibliotecarios son de vital importancia”.
Aparecen distintos puestos, como catalogadores, referencistas, bibliotecarios escolares, administradores de bibliotecas, bibliotecarios especializados en recursos temáticos y de extensión bibliotecaria
Comienza a destacarse algunas cualidades del administrador de biblioteca: liderazgo, visión, imaginación, compresión de todas las fases de los procedimientos en la biblioteca.
En cuanto a la formación que deben poseer estos profesionales, se destaca que el bibliotecario profesional requiere un título universitario y que los bibliotecarios de pequeñas bibliotecas no, pero deben tener una formación especial.
Teknik Informatika
What factors contributed to the growth and development of these libraries, and how are they currently integrating new technologies?