Análisis de Historia de dos Ciudades, de Charles Dickens

Historia de Dos Ciudades, de Charles Dickens

Historia de Dos Ciudades, clásico de la literatura inglesa del siglo XIX escrito por Charles Dickens, ilustra las realidades de dos orbes inmersas en la Revolución: Inglaterra y Francia. El contraste entre ambas le sirve al autor para mostrar problemas sociales y políticos de la sociedad, en un estilo épico novelesco.

Estilo y personajes

El estilo de Dickens no es impersonal  y muchos de sus personajes cumplen una función simbólica: Charles Darnay, encarna la ola revolucionaria burguesa. Mientras la paradójica señora Defarge, quien aparentemente es la representación de la vanguardia y los ideales del nuevo estado; sin embargo,  solo reproduce los principios de odio y la venganza.

Los personajes de Dickens encierran ideas universalistas que se individualizan y se concretan en dos líneas: de un lado se encuentran aquellos quienes preservan las instituciones y los estados tradicionales; del otro, los que se lanzan a la configuración de nuevos valores y al derrumbe de las antiguas lógicas.

En Historia de Dos Ciudades, Dickens contempla la Revolución Francesa con mucho recelo. Emplea la eficacia descriptiva para retratarnos la cara violenta de aquel acontecimiento, mediante el empleo de escenas tan memorables como la de la toma de la Bastilla.

También emplea la ironía en los pasajes donde se utiliza indiscriminadamente la palabra ciudadano, o la exacerbación que se hace de la guillotina, instrumento de muerte que el pueblo francés elevó al status de heroína nacional.

En cuanto a la situación de Inglaterra, el autor critica la actitud pacata y acomodaticia presente en personajes como Lorry y Jerry Cruncher.

Con esta novela, Dickens pone en tela de juicio los esencialismos y las ideologías que conllevan al derramamiento de sangre para llevar a la realización de unos conceptos que no siempre resultan tan justos como se presentan. Critica a los que aceptaron la instaurada República como un modelo infalible, y nos dice que detrás de las ideas están los seres humanos, quienes merecen la verdadera justicia y la verdadera fraternidad.

chevron_left
chevron_right

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Comment
Name
Email
Website