Todo lo que escribió con ese estilo personalísimo y novedoso José Martí (1853-1895), parte siempre de la preocupación esencial de su vida: el empeño histórico de la liberación de su patria y de la América toda. Para él, la literatura, el arte en general fue un arma de combate. Sus extraordinarias facultades expresivas le daban amplias posibilidades para reaccionar ante las circunstancias que tuvo que enfrentar. En su tiempo es el más elevado ejemplo de libertador y la voz más pura y de mayores quilates en lengua hispana.
Con el título de Versos Libres, se publicó por primera vez en 1913, dieciocho años después de la caída del Apóstol en Dos Ríos. Martí escribe esta colección de 44 composiciones en una de las etapas más angustiosas de su vida, entre los 25 y los 30 años de edad, mientras radicaba en Nueva York. En esos momentos se esforzaba tenazmente por encontrar las vías para organizar la lucha por la liberación de Cuba: ya avizoraba el peligro imperialista que se cernía sobre la América y sufría grandes dolores en su vida personal.
Aunque Martí no preparó este libro para su publicación, algunos poemas no estaban terminados y a otros les faltaba el toque definitivo; contiene la poesía más relevante, la más martiana, según la opinión del intelectual Juan Marinello y de otros críticos autorizados.
¿Por qué el título de Versos Libres? Pues porque todos los poemas que lo integran están compuestos por versos endecasílabos que carecen de rima, solo se ha empleado el verso libre, suelto o blanco.
En el prólogo, Martí explica con sinceridad y honradez sus criterios sobre la poesía. Frases como “Tajos son estos de mis propias entrañas”, “a nadie los pedí prestados”, “ya sé que no son usados”, demuestran, además la originalidad del poemario.
El tema central de esta obra es la libertad en su más amplia dimensión. Para Martí la libertad es un concepto universal en su aplicación, un valor irrenunciable de la condición humana. Exalta esta libertad en dos vertientes: en cuanto concierne al hombre como tal de modo absoluto, y la poesía como el más noble quehacer del individuo como creador.
Su afán de libertad es tanto humano como estético, así incorpora en su estilo modalidades clasicistas, barrocas, románticas, parnasianistas, expresionistas e impresionistas.
Martí identifica el arte con la lucha. Es un pensador, un hombre de profunda comprensión y compasión humanas, partidario de la democracia y liberal. Su concepto del arte no fue en ningún momento puramente estético, hay una relación inseparable entre los valores estéticos y los de magisterio social.
Encontramos una clara separación entre prosa y verso, las cuestiones ideológicas funcionan mejor en prosa, el verso para Martí es dónde se expresa lo subjetivo y permanente. El sufrimiento también es imprescindible en su lírica.
Sobresalen en el libro, entre otros, poemas como Hierro, Yugo y estrella, Pollice Verso, Amor de ciudad grande, Canto de otoño, Al buen Pedro.
En Versos Libres, el más importante de sus libros, José Martí nos ofrece una poesía original y vibrante.