La primera biblioteca de la antigüedad. Foto tomada de Internet

Historia de las Bibliotecas

Un recorrido a través de la historia de la humanidad puede dar fé de la importancia de las bibliotecas como centros de información y de difusión cultural desde épocas remotas hasta la actualidad. La historia y evolución de las bibliotecas ha estado ligada a la evolución de los materiales de escritura y del libro. 

Los antecedentes históricos de la biblioteca se encuentran en la antigüedad: se trataba de grandes cuartos o salones donde únicamente se almacenaban las tabletas de barro que contenían los conocimientos de la época.

Estas tabletas grabadas contenían transacciones económicas, cuentas y textos sobre astronomía, medicina y matemáticas. Con el paso del tiempo, el material utilizado para escribir fue cambiando, ya que las tabletas se deterioraban con facilidad y fueron sustituidas por el papiro, reemplazado después por el pergamino.

La primera biblioteca de la Antigüedad

En Mesopotamia se escribía principalmente en tabletas de arcilla, generalmente rectangulares, que se dejaban secar al sol o se cocían después de haber escrito en ellas. Estas tablas se guardaban lejos del suelo, en cajas de madera o cestos de mimbre a lo largo de las paredes en las habitaciones centrales dentro de los palacios. Las tablas se ordenaban por diferentes materias, por su importancia. En el dintel de la puerta de acceso se grababan los comienzos de las obras que estaban en esa habitación. La biblioteca más famosa fue la del rey asirio Asurbanipal.

El rey bibliotecario

He leído intrincadas tablillas inscritas en los oscuros sumerio y acadio, difíciles de desentrañar… Estudié el saber secreto de todo arte del escriba”. 

De esta manera se definía el rey asirio Asurbanipal (668 a.C–627 a.C), hombre culto, versado no solo en las artes de la política, sino también en los estudios religiosos, históricos y lingüísticos.  El rey sentía un profundo interés en la preservación de su cultura, como descendiente de una civilización milenaria y deseaba revitalizarla para reforzar su poderío político. 

El rey asirio Asurbanipal, escena de Caza, Palacio de Asurbanipal (Museo Británico). Foto de Internet

Fundador de la primera Biblioteca de la antigüedad

Asurbanipal fundó, en uno de los amplios salones del palacio, un conjunto organizado de libros y documentos. Al rey se le atribuye la colección y preparación de una edición definitiva de literatura cuneiforme. Asurbanipal mostró una gran afición por los textos antiguos y organizó un escritorio en su palacio en el que se copiaron muchos textos.

Las tablillas de arcilla se clasificaban por materia y se las identificaba por marcas ubicadas dentro de la colección. Existía un “catálogo” que contenía los fondos existentes, donde se registraba la variedad de temas abarcados en la colección: exorcismos, recetas médicas, presagios astrológicos, etc.

Una de las tablillas de la biblioteca de Asurbanipal. Foto tomada de Internet

Sus conocimientos lingüísticos, le permitieron traducir para la biblioteca varios textos arcaicos: sumerios y acadios. Una creación suya fue el colofón; empleado hasta la aparición de la imprenta. En el que aparecía el título de la obra y datos para su catalogación como medio de identificación de las obras, a veces se añadía el nombre del propietario de la tablilla, y el del escriba. 

En las diferentes campañas militares en las que Asurbanipal participó se hizo con varias piezas, estas pasaban a formar parte del botín que enriquecería su biblioteca. También encargaba a subalternos la recolección de tabletas y medios que observaran la utilización de escritura. El poema heroico de Gilgamesh, fue encontrado entre las tablillas de la Biblioteca de Asurbanipal, constituyendo la obra épica más antigua conocida.

La biblioteca de Asurbanipal después de la caída de Nínive permaneció oculta hasta que en 1845 fue reedescubierta por el arqueólogo inglés Sir Austin Henry Layard, con un total de 30.000 fragmentos de tabletas de arcilla. Actualmente se encuentran muestras de esta biblioteca en el Museo Británico de Londres. 

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