Máscaras de carnaval. Foto tomada de Internet

Carnaval: ¡Que siga la fiesta!

El Carnaval es hoy es una de las celebraciones lúdicas más populares del mundo. Todos, desde los más pequeños a los no tan niños, disfrutan esos días en  que los disfraces llenan las calles de color, música, desfiles y alegría contagiosa, pues es una de las fiestas más divertidas del año. Con febrero llega la fiesta de disfraces por excelencia, pero… ¿sabemos por qué nos disfrazamos?, ¿sabemos dónde se creó el Carnaval? Existen muchas teorías sobre el origen del Carnaval y todas tienen algo en común: Un evento donde las formalidades y las normas dejan paso al caos y a la diversión.

¿Cuál es el origen del Carnaval?

La Real Academia Española define al Carnaval como “los tres días que preceden al comienzo de la Cuaresma” o como “fiesta popular que se celebra en carnaval, y consiste en mascaradas, comparsas, bailes y otros regocijos bulliciosos”. 

El carnaval comenzó mucho antes del surgimiento del cristianismo y fue una celebración señalada en muchos calendarios religiosos paganos; las personas, tenían celebraciones en torno al solsticio de invierno y primavera, y los equinoccios de primavera y otoño. 

Para empezar, parece que los indicios más tempranos de esta festividad se sitúan hace 5.000 años, entre la población sumeria. La hipótesis más extendida es que los campesinos solían elaborar una gran hoguera en la que pedían la expulsión de los malos espíritus de la cosecha. En cuanto al origen del nombre carnaval, de nuevo, hay referencias contradictorias; una de las más antiguas e interesantes (aunque no es la hipótesis más extendida) es que procede de la palabra carne-baal (es decir, un sacrificio al dios Moloch Baal, de origen canaanita, que fue adorado por los fenicios, cartagineses y sirios).

Otra tradición que coincide aproximadamente en el tiempo (aunque no en el espacio) con la de los egipcios, quienes parece ser que llevaban a cabo un ritual parecido durante la temporada de invierno. En este caso, el objeto de veneración de los egipcios era la deidad Apis, cuya representación era un toro, asociado a la fertilidad, y también a los ritos funerarios.

No queda claro si los egipcios y sumerios decoraban sus cuerpos y caras durante esta fiesta, aunque sí es muy probable que se tratara de una celebración de éxtasis, de gozo y de libertad.

Más adelante, los griegos continuaron con esta costumbre, en este caso, venerando a Dioniso, dios del vino; y los romanos identificaron a Dionisios como Baco  (nuevamente un dios del vino): las famosas bacanales conocidas por la tendencia a la embriaguez, los excesos gastronómicos y sexuales.

En referencia a los romanos, muchas fuentes también relacionan al carnaval con la  Saturnalia (el banquete de invierno del que deriva la Navidad) o incluso la Lupercalia (relacionado con la festividad de San Valentín).

Aquí comenzamos a tener referencias más claras de uno de los elementos más diferenciadores del carnaval: el disfraz.

Las referencias de los historiadores apuntan a que es probable que en estos días de celebración, permitiéndose excesos de toda naturaleza, fueran frecuentes las máscaras y otro tipo de vestimentas para ocultar la identidad, con el objetivo de preservar el anonimato ante la realización de estos actos. Es posible que incluso a los propios esclavos se les permitiera participar en ellos, y por ello estos serían, si cabe, los más interesados en ocultar su verdadera imagen.

Celebraciones del equinoccio de primavera y Fiesta del fin del invierno

Muchos pueblos de Europa hacían grandes celebraciones que giraban en torno al equinoccio de primavera, la época de carnavales por excelencia. Las celebraciones siempre se llevaban a cabo alrededor del final del invierno para celebrar la llegada de la primavera y la renovación de la fertilidad.

El carnaval fue visto esencialmente como un pasaje espiritual de la oscuridad a la luz, de invierno a verano.

En Europa, los paganos creían que los espíritus malignos gobernaban el mundo durante el invierno, y que tenían que expulsarlos para que regresara el verano. Muchos paganos también hacían rituales al final de las cosechas exitosas de cara al invierno y fueron una forma de agradecérselo a los espíritus. 

El banquete de carnaval generalmente ocurría antes del comienzo de la primavera porque era la última oportunidad que la gente tenía para comer bien porque generalmente había escasez de alimentos a finales de invierno.

El ganado generalmente se sacrificaba en noviembre, y hacia finales del invierno, todo el remanente de invierno de manteca, mantequilla y carne tenía que comerse antes de que comenzaran a descomponerse con el inicio de temperaturas más cálidas.

Esta fiesta aseguraba que todos fueran alimentados lo suficiente como para durar hasta la primavera y hasta que una nueva cosecha pudiera proporcionar nuevas fuentes de alimentos. Nerthus, diosa nórdica de la fertilidad, estaba en el centro de estas celebraciones, expulsando el invierno y asegurándose de que la fertilidad regresara en la primavera.

La gente se mostró reacia a renunciar a estas celebraciones, incluso después de convertirse en cristianos.

Evangelización del carnaval

Con la propagación de la religión cristiana, y la cristianización progresiva de los pueblos europeos, esta religión monoteísta se dedicó a evangelizar las festividades paganas. 

Una de ellas fue la festividad del carnaval: de la palabra latina carnem levare, esto es, quitar la carne, la prohibición de comer carne durante los cuarenta días de la Cuaresma. El propósito de la Cuaresma era conmemorar a Jesús, pero también un tiempo para reflexionar sobre los valores cristianos. Por lo que en este período de tiempo, no se celebraban fiestas ni celebraciones, y las personas se abstenían de comer carne, lácteos, grasas y azúcar. La mayoría de estos alimentos no estaban al alcance de la mayoría de la población todos modos durante este período debido a la escasez de invierno.

El martedì grasso, el último día de Carnaval, se celebraba un banquete desenfrenado y la carne precisamente era un símbolo de estos excesos previo al período de ayunos y abstinencias de la Cuaresma, tiempo de purificación y penitencia que precede al domingo de resurrección.

Justamente por eso el Carnaval no tiene una fecha fija, sino que cambia todos los años. 

Existen datos sobre la preocupación de comunidades religiosas acerca de los “excesos cometidos durante el carnaval”, como el que refirió el sínodo de Leptines, 743 DC, ubicado cerca de Binche en Bélgica, quienes escribieron sobre los excesos observados en el mes de febrero.

Representación del Carnaval en la Edad Media (disfraces). Foto tomada de Internet

En España, el erudito San Isidoro de Sevilla se quejó en sus escritos en el siglo VII de que la gente se vestía y se dirigía a las calles disfrazada en muchos casos del género opuesto o de animales, aunque hacerlo fuera un pecado.

Sin embargo, para el cristiano de la época medieval, el Carnaval era la representación del paganismo: el pueblo se ocultaba bajo máscaras y disfraces, se celebraban desfiles, bailes y comilonas, ardían las hogueras y se sacrificaban animales para atraer la fortuna.

El carnaval contra la cuaresma, cuadro de Pieter Brueghel el Joven (1564-1638), pintor flamenco. Foto tomada de Internet

Era un período de permisividad, de crítica social, en el que se ridiculizaban a los gobernantes, a los nobles, al clero e incluso la moral religiosa. 

El carnaval continuó evolucionando y se convirtió en una manifestación de la cultura popular europea. Algunas de las tradiciones de carnaval más conocidas, incluidos los desfiles y los bailes de máscaras, se registraron por primera vez en la Italia medieval.

El verdadero florecimiento de esta fiesta se produjo especialmente durante el siglo XVII. Cobra especial atención el esplendor en la ornamentación y el uso de máscaras se hace cada vez más común. Estas permitían dejar a un lado las distinciones sociales y que la nobleza pudiese mezclarse libremente con el pueblo llano. Otro posible uso para estas máscaras era, precisamente, ocultar la identidad y que no se supiera quién era el “pecador”.

Carnaval en el Nuevo Mundo e Influencias africanas en las tradiciones del carnaval

El carnaval no solo se extendió por Europa, sino que también llegó a América, llevado allí por los conquistadores y colonos europeos. Los europeos también descubrieron que los nativos también tenían sus propias celebraciones llenas de canciones y bailes.

Muchas de estas celebraciones estaban dedicadas a sus dioses y a la tierra para asegurar una buena cosecha para el año siguiente. Una vez más, la iglesia católica en lugar de obligar a los nativos a renunciar a sus celebraciones simplemente les permitió celebrarlos con significados cristianos, proceso conocido como sicretización. 

Fueron los africanos quienes más contribuyeron a muchas tradiciones modernas de carnaval. Los africanos fueron traídos a las Américas, como esclavos.

Aportaron los colores brillantes que se ven en muchos disfraces de carnaval, así como los sonidos y la música que son características clave del carnaval en las Américas. Las plumas y otros objetos naturales se usaron para crear disfraces y máscaras debido a la creencia de que aportaban fuerza espiritual al portador.

Una tradición africana era la gente que desfilaba por el pueblo, rodeándolo con máscaras y trajes de colores brillantes, mientras cantaban y bailaban para traer suerte al pueblo, significaba ahuyentar a los espíritus de los parientes muertos enojados, razón por la cual muchos desfiles de carnaval presentan símbolos de muerte.

Otras tradiciones eran caminar sobre zancos y llevar títeres. Pero lo más importante fueron los africanos que trajeron instrumentos musicales muy alegres, ritmos de baile y estilos de canto.

La Iglesia alentó las celebraciones en las Américas siempre que tuvieran una fachada religiosa, era una forma de liberar a algunos esclavos y una forma de relajar las presiones acumuladas de los pobres de una manera amable con el pueblo. 

A lo largo del mundo cada festividad tiene sus características y por supuesto, sus tradiciones:

El carnaval de Venecia

Uno de los más antiguos del mundo. El Carnaval de Venecia fue creado en torno al siglo XI para escapar del control del Gobierno de Venecia y ser libres por unos días. Se declaró festividad en 1296. Durante 10 días, en el mes de febrero, las calles de Venecia se llenan de disfraces de los trajes de época del siglo XVII veneciano. Máscaras, plumas, colores y arlequines contrastan con la piedra y los puentes de Venecia. Aunque esta tradición no siempre ha estado viva. Durante la ocupación de Napoleón fueron prohibidos para evitar conspiraciones. No se recuperó hasta 1979., y aunque estuvo prohibido por Napoleón, fue para los ciudadanos una forma de evadirse de los problemas y del gobierno por unos días y en su época también le sirvió a la nobleza para mezclarse con el resto del pueblo, de ahí que las máscaras cobren especial importancia en Venecia.

Los disfraces del Carnaval de Venecia, inspirados en vestimentas del siglo XVII. Foto tomada de Internet
Las famosas máscaras del Carnaval de Venecia. Foto tomada de Internet

El Carnaval de Río de Janeiro

Esta fiesta es diferente a la que se celebra en Europa. Fue llevado a Brasil por  portugueses y españoles durante la colonización, mezclándose con la cultura  africana y la autóctona (aborigen). Los desfiles tienen un escenario fijo destinado a este fin: el Sambódromo, situado en la avenida Marques de Sapucai, con capacidad para 85. 000 espectadores, el cual fue diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer. Las escuelas de Samba, las cuales están organizadas de acuerdo a su trayectoria, se presentan en los desfiles de Samba.

El espectacular desfile de carrozas. Foto tomada de Internet
El colorido y la originalidad son los puntos claves en los trajes del Carnaval de Río de Janeiro. Foto tomada de Internet

Cada presentación está inspirada en una temática diferente y por lo general de una belleza tal, que el desfile es toda una apoteósis de los sentidos. En muchos casos los temas presentados por las escuelas son de gran profundidad y dejan mucho más que color y alegría a los que la presencian.

Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

Algunas fuentes aseguran que el Carnaval de santa Cruz de Tenerife se celebra desde 1600 y la costumbre era que las mujeres se vistieran de hombre y viceversa. Hoy en día, atrae a muchísimos turistas que no se quieren perderse las comparsas, murgas y disfraces.

Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Foto tomada de Internet
La reina del carnaval. Foto tomada de Internet

Carnavales de Cádiz

Junto con el de Santa Cruz de Tenerife, el Carnaval de Cádiz ha sido declarado Bien de Interés Turístico Internacional. La ciudad al completo se vuelca en la organización de una fiesta en la que las calles se llenan de visitantes y paisanos disfrazados y la guasa toma todos los escenarios de la mano de chirigotas interpretadas por los grupos que han participado en el concurso del Teatro Falla. El bombo, la caja y la guitarra son los instrumentos que ponen banda sonora a las letras más irónicas y sarcásticas, siempre críticas con la actualidad política y social.

La cabalgata en el Carnaval de Cádiz. Foto tomada de Internet

Carnaval de Oruro

Oruro, situado a una altitud de 3.700 m en las montañas del oeste de Bolivia, era un importante centro de ceremonias precolombino antes de convertirse en un importante centro minero en los siglos XIX y XX. La ciudad fue refundada por los españoles en 1606 y siguió siendo un lugar sagrado para el pueblo uru, al que venían desde muy lejos para cumplir con los ritos, especialmente la gran fiesta de Ito. Los españoles prohibieron esas ceremonias en el siglo XVII, pero éstas continúan bajo la fachada de la liturgia cristiana: los dioses andinos se ocultaban tras los iconos cristianos, convirtiéndose así en santos. La fiesta de Ito fue transformada en ritual cristiano: la Candelaria (el 2 de febrero), y la tradicional “lama lama” o “diablada” se convirtió en el baile principal de Oruro.

Inspirado en tradiciones ceremoniales ancestrales, el Carnaval de Oruro distingue en la actualidad como una de las festividades más importantes de Bolivia. Foto tomada de Internet
Máscara usada en el Carnavalo de Oruro. Foto tomada de Internet

Todos los años, durante seis días, ese carnaval da lugar el despliegue de toda una gama de artes populares en forma de máscaras, tejidos y bordados. El principal acontecimiento es la procesión (“entrada”), durante la cual los bailarines recorren durante veinte horas, sin interrupción, los cuatro kilómetros de la procesión. Más de 28.000 bailarines y 10.000 músicos repartidos en unos cincuenta grupos participan en el desfile, que ha sabido conservar las características tomadas a los misterios medievales.

El 18 de mayo de 2001, la UNESCO proclamó al Carnaval de Oruro como Obra Maestra el Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Mardi Gras

El Mardi Gras o Martes de Carnaval, como se le conoce en español, es una celebración principalmente festejada en Estados Unidos y Canadá.

Mardi Gras es una palabra que proviene del francés y se traduce literalmente como “Martes Graso”, aunque en el idioma español se le conoce también con el nombre de “Martes de Carnaval”. El Mardi Gras es un gran carnaval que se celebra un día antes del miércoles de ceniza, en Nueva Orleans, Luisiana.

Carroza en el Mardi Grass. Foto tomada de Internet

Se celebra un día antes del miércoles de ceniza, pues según la tradición es el último día para disfrutar de los placeres antes de la Cuaresma y de la Semana Santa, época de abstinencia.

Se tiene constancia del Mardi Gras desde 1699, aunque se celebra  de manera continuada desde 1743, con la excepción de los años de la Guerra de Secesión y la Segunda Guerra Mundial.

En Nueva Orleans, el carnaval incluye también desfiles, fiestas y diversas actividades que tienen lugar en varias calles de la ciudad.

Inicialmente, sus carrozas y desfiles recorrían el Barrio francés y, sobre todo, la calle Bourbon, pero el turismo y desfiles cada vez más numerosos obligaron a trasladarlo a zonas más espaciosas como Jefferson Parish. Las cofradías del Mardi Gras organizan los famosos desfiles, tienen su propia jerarquía y construyen sus propias carrozas, disfraces y van lanzando durante el desfile todo tipo de baratijas: collares, tazas, medallones, etc.

Además de Nueva Orleans, en Estados Unidos el Mardi Gras también se celebra en Lake Charlesen Luisiana, Mobile, Alabama, y St. Louis en el estado de Misuri, mientras que en Canadá, Quebec es la sede de los festejos.

Diversas maneras de disfrazarse en el Mardi Grass. Foto tomada de Internet

Además de Nueva Orleans, en Estados Unidos el Mardi Gras también se celebra en Lake Charlesen Luisiana, Mobile, Alabama, y St. Louis en el estado de Misuri, mientras que en Canadá, Quebec es la sede de los festejos.

El Carnaval hoy en día

Hoy la concepción de carnaval que sobrevive es el resultado de milenios de evolución de una antigua tradición humana, y cuya fecha, como hemos visto, depende de las festividades cristianas. No obstante, suele ser una fiesta laica, concebida como una actividad recreativa y, en muchos países está totalmente institucionalizada como uno de sus atractivos turísticos principales.

El Carnaval es realmente un fenómeno global que se celebra en más de 50 países. Lo que sí sabemos es que es una fiesta alegre, alegre, divertida y querida por todos

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