Reconstrucción de la Biblioteca de Alejandría. Foto tomada de Internet

Los Bibliotecarios de Alejandría

El cargo de bibliotecario era designado por el rey, también recaía en el bibliotecario la función de tutor de la familia real. Muchas veces los bibliotecarios aconsejaban al rey en cuestiones políticas o sociales, aunque estaban sustancialmente dedicados al cultivo de las ciencias. 

Comienza a asignárseles nombres a los directores de la biblioteca; y estos  fueron variando con la época: primero fueron llamados próstates, luego se los denominó bibliofýlax, epistátes, y, por último, tetagménos

El primer bibliotecario de Alejandría fue Zenódoto de Éfeso (282-260 a.c.). Gramático griego, además de crítico literario y responsable de las ediciones críticas de Homero, Hesíodo y Píndaro. Gracias a su profundo conocimiento de los poetas griegos, le fue encargada la dirección de la Biblioteca y en estos años las obras catalogadas llegaron al medio millón. 

Zenódoto de Éfeso, el primer bibliotecario de Alejandría. Foto tomada de Internet

Estableció un sistema utilizado para guardar las existencias de la biblioteca. Presumiblemente armó un sistema de categorías temáticas, luego asignó a los libros de cada categoría una habitación o parte de una habitación para colocar los rollos en una estantería por autor según orden alfabético.

Apolonio de Rodas (246 a.C.). Segundo bibliotecario 240-230 a.C. Fue alumno de Calímaco y autor del famoso poema épico Las Argonáuticas, sucedió a Zenódoto en el cargo.

Apolonio de Rodas. Foto tomada de Internet

Eratóstenes de Cirene (276-194 a.C.). Tercer bibliotecario (230-195 a.C.), dedicado completamente a las artes y las ciencias; era matemático, poeta, atleta, geógrafo y astrónomo; el primero en calcular la circunferencia de la tierra y famoso por su Cronografía y su Geografía.

Eratóstenes de Cirene. Foto tomada de Internet

Agregó un registro significativo del trabajo matemático de la Biblioteca del Museo. Organizó los datos de los registros precisos del Mediterráneo guardados por el navegante Piteas  y pudo construir el primer  mapa del mundo conocido basado en hechos científicamente comprobados. Además, hizo aumentar el número de volúmenes de la Biblioteca en una cantidad considerable.

Aristófanes de Bizancio (257- 185/180? a.C.). Alumno de Calímaco y Zenódoto y cuarto bibliotecario responsable (195-180/185 a.C.) Después de Eratóstenes. Aristófanes era además lexicógrafo, gramático y editor de las obras de Homero, Hesíodo y otros poemas líricos y dramáticos, fue el primero en introducir en estas obras las llamadas hypótesis donde hablaba de otros autores que hubieran tratado el mismo tema. 

Aristófanes de Bizancio. Foto tomada de Internet

Su contribución más importante a la ortografía, o al menos a él se le atribuye, es la invención de acento utilizado en griego y del sistema de puntuación.

Calímaco de Cirene (320-240 a.c.) fue un prolífico poeta cuya producción se piensa rebasó los 800 volúmenes, los mismos abarcaban desde la sátira, pasando por la tragedia, hasta llegar a la comedia. Fue el responsable del primer catálogo del acervo de la biblioteca en 120 rollos (245 a.C.) conocidos como Pinakes (del griego Tablas) de los autores ilustres en cada rama de la literatura y de lo que escribieron. Este dividía las obras en seis géneros y en cinco tipos de prosa. Cada categoría estaba ordenada de modo alfabético por autor. Razón por la cual se le atribuye ser el primer bibliógrafo de la historia.

Calímaco de Cirene. Foto tomada de Internet

Los Pinakes demostraron ser indispensables para los bibliotecarios durante siglos. Se convirtieron en un modelo para ser usado en toda Europa. Variaciones del sistema creado por Calímaco fueron utilizadas hasta épocas tardías del siglo XIX cuando Melvil Dewey desarrollara el Sistema Dewey de Clasificación en 1876, que todavía hoy se usa.

Sobre el quinto bibliotecario responsable, Apolonio Eidógrafo, sólo se sabe que su trabajo se centró en la obra del comediógrafo Aristófanes.

Aristarco de Samotracia (220?-143? a.C.). Sexto bibliotecario (160?-131 a.C.). Elaboró el principio básico del método histórico-gramatical, según el cual, la mejor guía en el uso y en la corrección de los textos transmitidos de un autor, es el corpus de sus propios escritos; de manera que, siempre que sea posible, las dificultades de comprensión encontradas en la lectura, deberán ser explicadas refiriéndose a otros pasajes del mismo autor. 

Aristarco de Samotracia. Foto tomada de Internet

Notable filólogo; sus estudios y profundos conocimientos sobre Homero le valieron el título de homéricos y mantis o “adivino” por la agudeza en su crítica homérica, que además es considerada la más importante y completa de los estudios homéricos. Escribió poco más de 800 tratados con comentarios críticos.

Puede concluirse que los antecesores de los actuales bibliotecarios, en la antigüedad ejercieron su profesión en tiempos en que la escritura era un sistemacomplicadísimo y secreto. Fueron profesionales con el doble papel de recopilador-conservador, amén de ser el grupo que detentaba el conocimiento. 

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