Desde el origen del nombre de una flor hasta sus características distintivas y su rica mitología, las flores están impregnadas de simbolismo y significado.
Las flores han sido parte de la historia humana por su belleza, colores, fragancia y utilidad. No puede establecerse un momento preciso de la historia en que los humanos comenzaron a apreciar las flores y plantas por su valor ornamental o emocional. La recolección de frutos para su alimentación fue la primera necesidad del humano primitivo.
Las flores también indicaban e incluso predecían el suministro de alimentos durante el verano. Esto se debe a que una flor que florece en primavera sugeriría un suministro de agua suficiente para los cultivos durante el invierno, lo que significaría que habría fruta disponible para el consumo a principios del verano. Cuando los primeros humanos cazaban y recolectaban alimentos, los colores de las flores actuarían como guías para encontrar las frutas más maduras, ya que la presencia de flores significaba que habría frutas maduras cerca. Esto haría que la recolección de alimentos fuera más rápida en áreas verdes exuberantes.
También se han utilizado con fines medicinales, para hacer perfumes y como alimento. Se ha demostrado que las flores alteran el estado de ánimo y proporcionan una sensación de satisfacción psicológica. Como tal, las fragancias de las flores se extrajeron para crear perfumes. Estos perfumes reducen las emociones negativas e inducen felicidad y buen humor. Ésta es también la razón por la que a menudo se regalan flores a los enfermos.
Las flores son un gran regalo, ya que se utilizan para comunicarse con los demás. A menudo, el tipo de flor, el color de los pétalos y la ocasión determinan el mensaje que se intenta transmitir.
Aparición del Lenguaje Floral
Desde mucho tiempo atrás, las flores han sido un noble medio para dar a conocer y transmitir sentimientos. El lenguaje de las flores nació en Constantinopla, Turquía, alrededor del año 1600; donde se utilizaba para enviar mensajes amorosos cifrados en el harén. Este lenguaje se llamaba Selam y era muy complejo. Para formular mensajes con la mayor precisión posible, no solo era importante el tipo de flor, sino también su color, la cantidad de flores en un ramo, la edad de las flores y cómo se combinaban en el jarrón. Si se tenían en cuenta todos estos pasos, el éxito era seguro. Este lenguaje no solo permitió expresar pasión, amor, amistad y citas, sino también revelar pequeños secretos o incluso formular reproches.
Fue llevado a occidente por la aristocráta, escritora y viajera Mary Wortley Montague (1689-1762), quien vivió en ese país de 1716 a 1718 como esposa del embajador británico. Mary, entró en las mezquitas y habló con las mujeres de los harenes. Lady Wortley fue una etnóloga aficionada, sus impresiones están recogidas en su obra Turkish Embassy Letters (1717-1718 y publicadas en 1763). En una de estas cartas le escribe a una amiga diciéndole que: “es posible enviar cartas de pasión, amistad o transmitir noticias a través de las flores, sin mancharse los dedos de tinta“.
No tardó mucho en despertarse el interés por el significado de las flores, en 1819, la francesa Charlotte de Latour (seudónimo de Mme E. de Cortamber), inspirada en los escritos de Lady Montagu, publicó el libro Langage des fleurs. Fue reeditado una y otra vez durante el siglo XIX, convirtiéndose en un medio de comunicación no verbal. El libro fue considerado bastante atrevido, ya que junto con las 800 muestras florales, algunas de las descripciones resultaron escandalosas y tuvieron que ser limitadas a la traducción inglesa de la obra, dicen que por respeto a la reina.
Volviendo al libro sobre el lenguaje de las flores de Charlotte de Latour: contiene no solo declaraciones atribuidas a las flores, sino también una especie de “manual de instrucciones” para comunicarse con ellas. Sin embargo, esto no lo hace más fácil.
Según De Latour, un capullo de rosa con espinas y hojas significa: “Temo, pero al mismo tiempo espero“. Si el receptor devuelve el capullo al donante con el tallo hacia arriba, está diciendo: “No debes temer ni esperar“. Ahora el destinatario puede quitar las espinas antes de devolver el capullo de rosa.
Eso significa entonces: “Puedes esperar cualquier cosa“. El significado de una flor también se puede cambiar usándola en una parte específica del cuerpo. ¿Ejemplo? Supongamos que una flor simboliza “pena, dolor“. Si ahora lo usa en su cabello, significa “dolor de cabeza“; Pegado a la ropa al nivel del corazón, sin embargo, indica “dolor de amor“.
La verdadera época de esplendor del lenguaje de las flores a veces llamada floriografía, fue el Romanticismo (siglo XIX). La floriografía fue un medio de comunicación en la época victoriana, en donde variadas flores y arreglos florales se usaban para enviar mensajes codificados, sirviendo a sujetos para expresar sentimientos que de otro modo nunca se podrían hablar.
La capacidad de hablar de las flores a través de sus formas, colores y aromas, era un secreto que las madres legaban a sus hijas y un medio para comunicar numerosos sentimientos: vida, belleza, desánimo, muerte, soledad… pero sobre todo amor. La floriografía no solo dependía del significado literal de cada flor sino también del contexto en el que se enviaban. Por ejemplo, si un ramo de rosas amarillas se enviaba entre amantes podía significar celos o infidelidad. Por el contrario, si este mismo ramo se enviaba entre adolescentes, podía significar amistad.
Teniendo en consideración estas raíces históricas, existe un lenguaje popular asociado a las flores y una alternativa para cada ocasión, pero además ese mensaje se completa no sólo con la flor que se obsequie sino además en la forma en que ésta se presenta; de esta manera, si se regala un ramo de flores atadas con un lazo hacia la izquierda, significa que los sentimientos expresados se refieren al remitente, en cambio sí va a la derecha, hacen referencia al destinatario.
Además, el mensaje cambia en función de si la flor está abierta o en botón y la posición en que se ofrece, ya que si esta al revés, su significado positivo se invierte, de modo que la flor ahora representa lo contrario.
Debido a que las flores expresan diferentes sentimientos, no se pueden regalar a la ligera, por lo que hay que considerar cuatro aspectos al momento de obsequiarlas:
a) Lo que representa cada una.
b) Qué es lo que se quiere comunicar.
c) Cuál es la flor preferida de la persona a la que se le va a regalar.
e) De igual manera, a la hora de comprar flores, debes tener muy en cuenta el color de las mismas, ya que éstos provocan ciertas actitudes y emociones que afectan a lo más profundo de la psique humana.
En el siglo XIX existieron diccionarios de flores para poder identificar el significado de cada flor o planta y así aprender acerca de este híbrido entre arte y ciencia. Hoy en día pueden servir para hacer hermosos regalos con un profundo significado, ya que las flores siguen siendo lindos obsequios.
El lenguaje de las flores o floriografía sirvió más que nada para enviar mensajes codificados entre los amantes sin tener que hacerlo en voz alta y a la vista de la sociedad. Tan popular se hizo que fue utilizado por numerosas personalidades europeas.
El lenguaje o floriografía según el color de la flor
El color rojo en las flores se suele asociar al amor y pasión. Por tanto, se regalan, de forma general, con el objetivo de transmitir dichos sentimientos a la persona que las recibe. Sin embargo, el color rojo también puede simbolizar el respeto y el afecto, por lo que en su significado influirá de forma clara el contexto en el que se han regalado.
El rosa, a pesar de ser cercano al rojo, cuenta con un significado distinto por completo de este último. Así, las flores de este tono rosado transmiten inocencia, alegría y gracia. Es decir, sentimientos mucho menos apasionados, pero cargados de intención.
Las flores amarillas son unas de las más alegres, por ello, son el regalo perfecto a la hora de intentar subir el ánimo de cualquier amigo, debido a su vitalidad. También son capaces de transmitir felicidad, amistad y alegría, por lo que no es demasiado común que funcionen como un regalo entre dos personas enamoradas.
Las de color blanco son otras de las que más llaman la atención. En este sentido, hacer un regalo de flores de este tono significará una muestra de humildad, inocencia y pureza. Este es el motivo por el que las flores blancas son unas de las grandes protagonistas en ceremonias como las bodas, algo que se sigue manteniendo hoy en día.
Las flores de color azul son un espectáculo en sí mismas debido a que, gracias a sus tonos, consiguen captar la atención de quien las recibe desde el primer momento. Sin embargo, también cuentan con su propio significado, como sucede con todas las demás. En este sentido, una flor de color azul simboliza la confianza y el afecto, por lo que también puede funcionar como un buen regalo entre amigos o entre familiares.
Las flores de color púrpura o violeta pueden significar calma, autocontrol, dignidad, aristocracia pero también violencia, agresión premeditada o engaño.
El color naranja es el color del fuego flameante. Puede significar regocijo, fiesta, placer, aurora y presencia de sol.
Guía del lenguaje de las flores
Tras conocer un poco más sobre El lenguaje de las flores, es imprescindible contar con una pequeña guía donde consultar las más comunes, así como sus significados habituales.
Significado de la amapola
Los griegos conscientes del efecto narcótico de sus semillas, relacionaban esta flor con Hipnos, el dios del sueño. Foto tomada de Internet
La amapola es un símbolo de tranquilidad y reposo. Además, cuenta con diversos significados según su color. En el caso de las amarillas, simbolizan el éxito; las rojas son un signo de placer. De hecho, buscan transmitir la sensación del consuelo que se encuentra al sentirse bien con otra persona.
Qué simboliza la peonía
La peonía es una de las flores más elegantes y discretas que se pueden regalar. En cuanto a su significado, simboliza la timidez, la amistad fuerte, la belleza del deseo y la fortuna por tener cerca a quien quieres.
Significado del clavel
El clavel, por su parte, es una de las flores más conocidas. En cuanto a su significado, en el lenguaje propio de las flores es un símbolo de descaro. Además, también cambia según su color. El clavel amarillo significa desdén; el blanco inocencia; y el rojo un corazón que suspira.
Significado de las dalias
En el caso de las dalias, también son flores que destacan por contar con diversos significados según el color que decidas regalar. En este sentido, la dalia amarilla es una muestra de fidelidad y, la blanca, de seducción. En su versión malva significa agradecimiento, en naranja es una declaración de amor.
La dalia roja, por su parte, significa el amor eterno y, la rosa, un intento de hacer a la otra persona feliz.
Significado del geranio
Dentro del lenguaje de las flores, el geranio es una clara muestra de positivismo y felicidad. En el caso de querer saber su significado por colores, los blancos simbolizan el amor puro y, los rosas, el enamoramiento.
Los colores oscuros, no obstante, pueden denotar melancolía y, los escarlatas, son una muestra de consuelo.
Significado del jazmín
La flor del jazmín blanca tiene varios significados, todos ellos positivos y relacionados con el amor, los cuales son: cariño, sensualidad, amabilidad, sencillez, sociabilidad y humildad. Foto tomada de Internet
El jazmín es otra de las flores más conocidas y también cuenta con su propios significado. De acuerdo al lenguaje floral, este denota elegancia y gracia. El de color blanco es el más puro de todos, mientras que otros, como el amarillo, representa un amor intenso y muy apasionado.
Significado del lirio
Además de ser una de las flores más bonitas, el lirio también se puede usar con el objetivo de transmitir mensajes a través del lenguaje de las flores.
En este caso, hablamos de una flor que representa el amor. Los blancos, además, son un símbolo de confianza y, los azules, una muestra de ternura. Los lirios rojos y los naranjas son la demostración de amor más pasional.
Significado de las margaritas
En la Edad Media las doncellas se colocaban margaritas en sus peinados para simbolizar la inocencia de la juventud. Foto tomada de Internet
Se suelen ver en los campos y tienen la capacidad de alegrar la vista a cualquiera que las encuentre. Las margaritas son unas de las flores más bellas y también cuentan una historia.
En este caso, dentro del lenguaje de las flores, estas representan la pureza y la inocencia. Se han usado de forma habitual como medio de seducción, sobre todo si son de color blanco. Si las margaritas son de color rosa, simbolizan un amor inocente y tímido. Sin son azules, serán una clara muestra de fidelidad entre los amantes.
Significado de los pensamientos
Otras de las flores más conocidas y que solemos ver de forma habitual son los pensamientos, con sus tonos vibrantes que tanto llaman la atención. Un pensamiento puede ser un símbolo de recuerdo, aunque su significado cambiará con el color.
Por ejemplo, si son amarillos, simbolizan el deseo. Los azules son una muestra de confianza en el amor de la otra persona y, los blancos, un símbolo del amor que está comenzando, de respeto.
Los pensamientos naranjas muestran un deseo físico muy intenso, mientras que los negros simbolizan la tristeza por vivir un amor que no tiene esperanza.
Significado de la rosa
Por supuesto, dentro del lenguaje de las flores, las rosas merecen una mención especial. Son las flores que más se regalan en cualquier evento especial, ya que cuentan con múltiples significados, según su color, y una gran belleza en cualquiera de sus formas.
Algunas de las más conocidas son las rosas rojas, símbolo de pasión, y las blancas, un signo de pureza, romanticismo y fidelidad.
Por otro lado, las rosas amarillas pueden ser un símbolo de celos, representan el debilitamiento del amor. En el caso de la negra, por ejemplo, es una muestra de que el amor durará para siempre y, si la rosa es malva, simboliza la nostalgia o la tristeza.
Significado del tulipán
El tulipán es otra de las flores a tener en cuenta dentro del lenguaje de las mismas. En este sentido, contará con uno u otro significado, de nuevo, dependiendo del color en el que se presente.
Un tulipán rojo es símbolo de amor eterno y, uno amarillo, del amor sin esperanza. Por otro lado, uno blanco es una muestra de gran amor y, si es negro, una exteriorización del sufrimiento.
Un mismo tulipán, además, puede presentar varios colores. En caso de regalar tulipanes multicolor, esto será una muestra de que esa persona está soñando con vivir un amor extravagante, loco. Si el tulipán es jaspeado, transmite a la persona que lo recibe que cuenta con unos ojos bonitos.
Un lenguaje que varía según el lugar
Una de las cosas que hay que tener en cuenta con respecto al lenguaje de las flores, es que no en todos los lugares simbolizan lo mismo. Esto depende de la cultura de cada rincón del mundo.
Además, este lenguaje también cambiará según la relación que tengan entre la persona que las regala y quien las recibe. Por ejemplo, un ramo de rosas amarillas que se regalen dos adolescentes significa amistad. Sin embargo, si se lo envía una mujer a su marido puede significar celos o incluso insinuar infidelidad.
Por todo ello, se trata de un lenguaje bastante complejo en el que siempre hay que tener en cuenta varios factores. De lo contrario, se puede caer en el error de malinterpretar el mensaje, por lo que las flores perderían su significado.
El lenguaje de las flores en la actualidad
En la actualidad, a pesar de que este tipo de comunicación ya no tiene tanto peso, y de hecho apenas se utiliza, sí se continua manteniendo algunas de las costumbres heredadas de aquellas época.
La mayor parte de las personas conocen que el color, la forma y el aroma de determinadas plantas las hacen más apropiadas según cada caso. No es lo mismo un ramo de novia, que uno que regalas el Día de la Madre o el que llevas a un amigo que acaba de pasar por un mal momento. Son muchas las empresas que se encargan de la realización de todo tipo de eventos, que tienen muy en cuenta la simbología de las flores a la hora de diseñar ramos o centros decorativos, porque su presencia puede influir más de lo que parece.
En definitiva, el lenguaje de las flores es tan extenso como apasionante. Son muchos los factores que hay que tener en cuenta para descifrarlo, pero, con un poco de práctica y una buena guía, es posible volver a transmitir sentimientos a través de las mismas.